El colaborador del programa la lía en su visita a IFEMA
Lo que parecía ser una excelente iniciativa periodística puede acarrear consecuencias muy graves para uno de los colaboradores de Espejo Público. Y es que Nacho Abad se infiltró en el hospital improvisado de IFEMA con motivo del COVID-19 y se saltó todas las normas de protocolo, pudiendo poner en serio peligro los intentos de frenar la expansión del virus.
Nacho Abad, criminólogo, se vistió de reportero por un día para acercar a Susanna Griso y a los espectadores de Espejo Público cómo se está gestionando las diferentes donaciones de alimentos desde diversos mercados madrileños al hospital de campaña.
Para ello, se metió con una cámara de Espejo Público en el almacén donde están recogiendo los alimentos que van llegando. Susanna Griso iba haciendo preguntas que Nacho Abad respondía hasta que sucedió algo que no ha pasado desapercibida para nadie.
Cabe decir que no pidió permiso a nadie y se coló en uno de los pabellones donde se almacena comida. Sin mascarilla, con un solo guante, además de poder estar haciendo algo no permitido, se saltó todos los protocolos del Ministerio de Sanidad.
Porque Nacho Abad tosió ostensiblemente estando rodeado de alimentos, para luego coger una bandeja y tocar sin guantes todo lo que iba viendo a su paso. Una actitud irresponsable que ha hecho enfadar a muchos espectadores.