Una campaña de desobediencia civil contra la especulación inmobiliaria
El Sindicato de Inquilinas de Madrid ha puesto en marcha una nueva estrategia de resistencia con la creación de los ‘piquetes inquilinos’, una iniciativa que busca movilizar a los vecinos y convertir los bloques de “propiedad vertical” en núcleos de lucha contra la especulación inmobiliaria.
El movimiento, que arrancará este domingo, pretende recorrer los 30.000 edificios en esta situación en Madrid, organizando a los residentes para defender sus derechos y presionar por cambios en el mercado del alquiler.
Inspiración en Barcelona y expansión del movimiento
El objetivo del Sindicato de Inquilinas es replicar casos de éxito, como el de la Casa Orsola en Barcelona, donde la movilización vecinal logró que el Ayuntamiento y la asociación Hàbitat3 compraran el edificio al fondo Lioness Inversiones, consolidando un modelo de vivienda social y colaborativa.
📌 Compra del edificio Casa Orsola
💰 Valoración: 9,1 millones de euros
🏠 Objetivo: Conversión en vivienda asequible para los inquilinos
Además, el sindicato no limitará su actuación a una jornada puntual. La intención es que los ‘piquetes inquilinos’ se mantengan activos en el tiempo, generando nuevos focos de presión y reactivando las huelgas de alquiler como una herramienta de protesta y negociación colectiva.
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Manifestación estatal y demanda de cambios estructurales
🔹 Fecha: 5 de abril
🔹 Convocatoria: Sindicatos de inquilinos y organizaciones afines
🔹 Exigencias: “Acabar con el negocio de la vivienda” y priorizar el acceso a una vivienda digna sobre los intereses especulativos.
Desde el sindicato aseguran que la crisis habitacional no es un accidente, sino el resultado de políticas diseñadas para beneficiar al sector inmobiliario a costa de los ciudadanos.
“Toca plantar cara”
Las acciones comenzarán el domingo 2 de abril a las 12:00 horas en diferentes distritos de Madrid y municipios cercanos como Leganés y Móstoles. Ante la falta de respuestas, el Sindicato de Inquilinas defiende que la única opción restante es la desobediencia.
🗣️ “Algunas queremos que la vivienda sea un derecho. Otros quieren que siga siendo un negocio a costa de nuestros sueños, de nuestra libertad y de nuestra salud mental. No hay término medio. Toca elegir bando. Toca plantar cara”, afirman los organizadores.
Con esta estrategia, los ‘piquetes inquilinos’ buscan visibilizar la crisis del alquiler y presionar para conseguir cambios legislativos y sociales en la vivienda.