Duro y poco viable, así se la pone el cuadro inglés al presidente que sigue buscando alternativas
Real Madrid sigue firme en su intensión de darle gusto a cada capricho que ha puesto en la mesa de consideraciones, Zinedine Zidane. Al estratega galo ya le hacía falta, pues en su segunda firma como máximo dirigente deportivo, pidió protagonismo y gestión de las contrataciones a todos los niveles permitidos. Hasta ahora esto no ha sido tan así, y con Sadio Mané busca romper el paradigma.
La gran temporada del senegalés de 27 años en el actual campeón de la Champions, y casi seguro vencedor de la Premier League, le ha maravillado al francés. Lleva dos años pidiendo su presencia, y aunque no será no sencillo ni barato, sigue pendiente de dar el gran salto de calidad con su nombre este verano.
Del otro lado de la orilla las cosas siguen complejas. Jürgen Klpp consciente de que una avanzada merengue se vuelve peligrosa, ha exigido como punto de salida del ariete africano, la presencia de Vinícius Junior. Al alemán le llama poderosamente la atención su juego, y pretende sacar provecho del trato para acercar uno de los talentos emergentes más impresionantes del momento.
Con Vinícius de por medio el valor de Mané se va al piso
Por un momento ha sonado como descabellado el asunto, e incluso como burlesco, pues Florentino jamás ha pensado en salir de él pese a las malas actuaciones que llegó a cuajar al comienzo de la temporada. Es más, ni estando en la cuerda floja en las primeras de cambio con Zidane, la respuesta siempre fue negativa pues más allá del presente; en Chamartín consideran el proyecto.
PSG en verano lo intentó, puso en balanza la presencia de Neymar y ni con todo eso fue suficiente. Aunque esta vez Klopp tiene la situación bajo control, Mané no vale menos de 180 millones de euros, y un cambio con una suma de por medio de soporte podría ser la ruta más sencilla para decantar ese futuro que tanto esperan conformar.
Ya un diario muy influyente lo ha sacado a la luz, y todo está en manos de Florentino Pérez. El presidente tiene la decisión a placer, y de ambas partes no hay problema en abrir el camino de la negociación. Veremos qué tanto ha cambiado la percepción del brasileño en el cuerpo técnico, y qué tanto estarán dispuestos a arriesgar en situaciones como esta.