Todo podría resolverse en el mejor de los casos en pocas semanas
La vuelta de Pep Guardiola a la dirección técnica del FC Barcelona es uno de los temas que más se tocan en la actualidad blaugrana. Quique Setién tiene claro que vivirá sus últimos días al frente del equipo, y todo a cuenta de los malos resultados, del mal comportamiento deportivo del equipo, y de sus escándalos internos.
Ni los jugadores, ni la crítica y ahora ni sus jefes parecen estar de acuerdo con la gestión del entrenador cántabro. Nada de lo que implementa parece funcionar, y menos de sus estrategias que se ven planas y sin mucho margen de mejora. Como efecto se tiene, la pérdida del liderato, la entrega casi fija con el triunfo a domicilio del Real Madrid a Bilbao, además un estado de ánimo bajo de cara a la vuelta en los octavos de final de la Champions.
La medida perfecta la tiene Zidane, de su resultado depende el hecho
Pero que el tema se pueda cristalizar depende eso sí, de una medida correcta. Si Zidane y su Real Madrid le vence en la vuelta de los octavos de final al City, pactados a jugarse en el mes de agosto, podría ser el quiebre de la decisión. Guardiola no tendría motivos para permanecer en un club que no se juegue nada, y menos que haya limitado sus aspiraciones futuras por culpa de la sanción de la UEFA.
De ahí que en Catalunya estén haciendo fuerza por ese hecho, y de una u otra manera desequilibrar una balanza que parecía ya inclinada a la pérdida del gestor del mejor momento en la historia del club en juego y resultados. Guardiola por su parte nunca lo ha escondido, regresar a su casa es algo que tiene en mente, y el momento lo amerita desde todos los ángulos.
Real Madrid llega al choque decisivo con toda la artillería fina
De ese tema hay que sacar varias conclusiones, pero las más directas van por la vía de la curva de rendimiento y el estado de ánimo. Más allá del triunfo holgado ante el campeón, el City no se juega nada en su liga, y le quedan las dos competencias de menor valía para intentar salvar el año. La Champions es un reto complejo y por delante tienen a un adversario que llega con la camiseta inflada.
Líder sin atenuantes y con 7 unidades de ventaja sin contar el duelo del Barça. Todo indica que se alzará con el título liguero que por años le ha sido esquivo. Además, una plantilla inyectada tras este parón, con los conceptos claros, y con una preparación físico atlética de envidiar. No será sencillo vencerles, el Real Madrid sabe que se la juega toda en ese compromiso, y si existe un equipo capacitado para voltear el pastel son ellos. Hay que estar muy atentos.
