La caída de precios en el mercado español sugiere un alivio para los consumidores tras los picos récord de principios de año
El precio del aceite de oliva en el mercado español ha comenzado a descender hacia niveles más acordes con la normalidad. Esta semana, la tonelada de aceite ha bajado a 6.656 euros, el precio más bajo desde julio de 2023, lo que supone una caída del 26,5% respecto a los máximos históricos alcanzados en enero, cuando el precio llegó a los 9.053 euros por tonelada.
Las autoridades han señalado que la producción de aceite de oliva se espera que sea suficiente para cubrir el consumo nacional este año, siempre y cuando las condiciones meteorológicas no afecten la cosecha. Este pronóstico ha contribuido a la expectativa de una mayor estabilización en los precios de la materia prima en los próximos meses, ya que el mercado se ajusta a la nueva oferta disponible.
La producción de aceite de oliva y su impacto en el mercado
El Ministerio de Agricultura advirtió a principios de octubre que la producción de aceite podría normalizarse, lo que ha aliviado parte de la presión sobre los precios. Si las cosechas se mantienen en buenos niveles, se espera que los precios sigan bajando a medida que la oferta logre satisfacer la demanda. Esta corrección en los precios es un alivio para los consumidores, que vieron cómo el aceite de oliva alcanzaba cifras récord a principios de 2023, cuando se pagaron más de 9.050 euros por tonelada de aceite de oliva virgen extra.
Antes de esta subida inusual de precios, que comenzó en 2021, la media histórica del precio del aceite de oliva era mucho más baja, rondando los 2.500 euros por tonelada. Comparado con los valores actuales, que aún son elevados, la caída de precios actual sigue siendo considerable, y de continuar la tendencia, se acercaría más a la media histórica de 3.256 euros la tonelada.
Los consumidores, pendientes de la evolución del precio del aceite de oliva
El mercado del aceite de oliva sigue siendo volátil, pero los consumidores están atentos a la evolución de los precios tras la caída reciente. Los niveles actuales siguen siendo altos en comparación con la media histórica, pero la tendencia a la baja sugiere una normalización en el futuro cercano.
El alivio en los precios dependerá en gran medida de cómo se desarrollen las condiciones meteorológicas y las cosechas en los próximos meses. El mercado ha sufrido un ajuste importante desde los picos registrados a principios de año, y si la producción se mantiene estable, se espera que la caída en los precios continúe beneficiando tanto a productores como a consumidores.
