La poca participación de los residentes fuera de España arruina la esperanza del PP de dar la vuelta a la tortilla
El Partido Popular, tras ganar las elecciones del 23-J sin la posibilidad de gobernar, tenía depositadas sus esperanzas en el voto extranjero. Sin embargo, las cosas no se presentan sencillas para los populares, ya que la participación de los residentes fuera de España apenas alcanza el 10%.
Hasta el momento, solo se ha dado a conocer el porcentaje de participación: aproximadamente un 10% de los residentes en el exterior han ejercido su derecho al voto en los comicios, lo que representa un total de 233,888 votos de 2.3 millones de ciudadanos con derecho un sufragio.
El PP tampoco gobernará con el voto extranjero
Para lograr obtener escaños adicionales, el Partido Popular necesitaría contar con una gran mayoría en el voto extranjero. Aunque el 10% puede parecer un porcentaje reducido, en realidad, representa un aumento en comparación con elecciones pasadas.
Históricamente, la participación del voto exterior ha sido muy baja, con cifras como 4.59% en 2011, 4.73% en 2015, 6.3% en 2016 y 5.63% en abril de 2019. A pesar de este incremento en la participación, las posibilidades de mejora para el PP son limitadas. Incluso en el recuento posterior a las elecciones, es difícil esperar un cambio significativo a favor del partido.
Las claves del voto extranjero
El interés por el voto extranjero radica en su capacidad para influir en la distribución de escaños entre las diferentes formaciones políticas. En este contexto, las provincias de Tarragona, Girona, Madrid y Cantabria cobran especial relevancia.
No obstante, es improbable que se produzcan cambios significativos en el resto del territorio español, ya que las diferencias de votos entre los partidos son tan amplias que el impacto de los votos extranjeros resulta insuficiente para modificar la distribución de escaños.