El presidente del Partido Popular fija nuevos objetivos para no tener que aliarse con el partido de Abascal en las futuras elecciones
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), está articulando un plan que puede cambiar el panorama político español y eliminar a VOX. Su objetivo es claro y ambicioso: llegar a la Moncloa en un gobierno sin la necesidad de pactar con Vox. Los resultados de las recientes elecciones municipales y autonómicas han sido favorables para el PP.
Más aún, los sondeos internos indican que el Partido Popular se encuentra en una posición de fuerza para ganar las próximas elecciones generales. Pero antes de pensar en la victoria final, hay obstáculos que superar. Los cálculos electorales apuntan a que, a pesar de la resistencia del PP, Vox puede tener una influencia significativa en los gobiernos locales y autonómicos. Feijóo, sin embargo, planea eludir estas posibles interferencias.
Partida de ajedrez con Vox y la formación de los Parlamentos Autonómicos
La estrategia es sencilla y clara: impedir que Vox forme parte de los gobiernos, optando por fórmulas alternativas de cooperación política. Este camino puede incluir pactos de legislatura o de investidura que se decidirán después de las elecciones generales. El próximo paso crítico es la formación de los Parlamentos Autonómicos. Aquí, el PP se enfrenta a la presión de Vox para liderar en lugares clave como Valencia o Extremadura, donde el apoyo de Santiago Abascal es esencial para un gobierno del PP.
Sin embargo, la consigna es firme: resistir a toda costa cualquier acción que proporcione a Pedro Sánchez la imagen que busca para su campaña. Los primeros movimientos de Feijóo ya están dando sus frutos. El Partido Popular ha cerrado un pacto de gobierno con Coalición Canarias. En Cantabria, el líder regionalista Miguel Ángel Revilla ha declarado que facilitará el gobierno del PP. En Aragón, el PP está en negociaciones con partidos regionalistas como el PAR y Aragón Existe.
Los retos más grandes en la Comunidad Valenciana y Extremadura
En Barcelona, el PP se considera a sí mismo como la mejor opción para liderar la ciudad. Y en regiones estratégicas del País Vasco, los populares planean abstenerse para prevenir un gobierno de Bildu, lo que amenaza la hegemonía del PNV. Sin embargo, hay dos obstáculos importantes en el camino de Feijóo: la Comunidad Valenciana y Extremadura. En ambos territorios, el apoyo de Vox es crucial.
La estrategia de Feijóo aquí consiste en abrir negociaciones con todos los partidos políticos, buscando diluir la influencia de Vox. La apuesta final de Feijóo es conseguir la investidura en solitario. Para ello, sigue moviendo con cuidado sus piezas en este tablero político, tejiendo alianzas que podrían permitirle dar el jaque mate a Sánchez para acabar con la mejor baza.
