Ha sido un tremendo hit traducido en números este lanzamiento
Seguro que muchos de algunos de los que está leyendo en este momento se ha visto la más reciente película española El Hoyo en Netflix. Esto responde al hecho mismo de la cuarentena que vive el planeta, en la que se deja expresa la intensión de resguardo de las autoridades para frenar la pandemia del Coronavirus.
El film dirigido por Galder Gaztelu-Urrutia ha respondido satisfactoriamente a las expectativas de los directivos. Pues más allá de estar en la zona de candela en España con reproducciones a pares, lo hace en el resto del mundo con igual respuesta. Su final ha sido una de las temáticas más polémicas, y es por ello que se ha desatado una interesante discusión de percepciones que tiene en vilo a los que ya la han marcado en su lista de reproducciones.
Los premios a los que ha sido expuesta hablan muy bien de su compostura, es más, hablan de la calidad profesional y del enfoque que le han querido imprimir. Su final ha estado plagado de muchas cargas emocionales, y ha dado pie para que su director se salga con la suya. Según sus propias palabras era el efecto que buscaba, y era la forma en la que pretendía llevarlo a cabo.
Una trama que se abre a diversas percepciones
Para contextualizar y hallar un sentido, algunos críticos han llevado a la reflexión de sus escenas la mayor carga de valor que puedan imaginarse. Por un lado está quienes han visto el verdadero fin de ese marco en donde Goreng logra llegar hasta la parte más baja del hoyo, encuentra a la niña y le hace entrega de la panna cotta.
De un lado la crítica al capitalismo, comunismo, y al idealismo ha sido una de las maniobras más usadas por la gente consumidora del contenido audiovisual. Por otro lado, y del modo profesional se logra entender que Goreng no llega hasta la zona más baja, simplemente muere y todo de ahí en adelante es una interpretación de sus actos.
Finalmente está quienes lo han tomado como un mensaje fallido por parte de la niña a los ocupantes de la zona alta, pues como ya muchos han podido creer, la niña no existe. La carga masiva de opciones e incertidumbre es muy alta, y la gente se debate entre muchas chances efímeras. Fionalizando por entender que es una de las cintas que está rompiendo el encierro y por la que merece la pena la inversión del tiempo. La invitacion queda abierta.
