Los trabajos no paran, secretariado técnico y presidencia busca como loco un sucesor de quilates
Las dos caras de la moneda las representa Nélson Semedo en el FC Barcelona. Bueno atacando y terriblemente débil defendiendo, una situación que tiene al borde del colapso a Setién y a la junta directiva. Pendientes de la restauración habitual de la actividad, no logran hallar la mejor vía posible que está entre extenderle su contrato o ponerlo como carne de cañón en la ventana estival.
Errores como el cometido en el clásico que derivó en el gol de Vinícius Junior le siguen merodeando su mente, y tanto cuerpo técnico como afición se juntan en una sola voz. Necesitan un lateral que esté blindado de garantías, un lateral tan completo como lo fuera Dani Alves, el jugador más laureado en la historia del fútbol.
A día de hoy, Semedo es la portada de los diferentes medios que acusan y sentencian las salidas o bajas del club. Sus 4 pases finales en los 29 encuentros oficiales de la temporada no son suficientes, y está claro que no haberse asentado tras estos años en el primer equipo, le tienen con la mosca dentro del ojo. Alaban su gran despliegue físico, pero se ha vuelto intrascendente. Esa es una realidad.
Semedo se irá para darle paso a Kimmich
A priori es la idea que más gusta en el club. Joshua Kimmich es el lateral que más sensaciones despierta, y mucho más si se tiene en cuenta todo su impecable rendimiento en el Bayer de Múnich. Allí lo hace como lateral, central o mediocentro. Para los culés es un viejo gusto que se quieren dar, aunque para ello primero deban solucionar el problema reciente.
Salir de Semedo no ha sido propiamente una complicación, más bien ha sido una convicción interna. El periodo anterior de fichajes ya estuvo a un paso, y ahora vuelve a suceder igual. Atlético de Madrid fue el que más insistió, pero la incapacidad para negociar fue la piedra en el zapato. No esperaban menos de 40 millones de euros, que al parecer ahora mismo podrían ser puestos.
Juventus es otro de los que se mantiene al tanto, y por ende la situación está en estado máximo de alerta. Bartomeu necesita definir la situación y ha pedido los informes del cuerpo técnico, ya que sigue la duda entre mantenerlo y sacrificarlo, ya que por edad Semedo está aún en la curva de mejora. Veremos cuál resulta ser la decisión.
