Eso conlleva la extensión del que por mérito apunta a ser su remplazo dentro del campo
Ahora más que nunca se ve como los lazos fuertes en el FC Barcelona se están rompiendo. El veterano defensor catalán, Gerard Piqué, está atravesando una de sus etapas más duras como jugador profesional. La falta de distancia y la inconsistencia en sus movimientos le tienen más fuera que dentro, incluso presionado por parte de la directiva que dirige Josep María Bartomeu.
Eso se ha quedado en evidencia en las últimas semanas, tras ver como la tensión crecía entre él y Leo Messi, a priori los dos capitanes del equipo principal. Setién, alejado de todo conflicto, ha permitido que las cosas escalen y parece que ahora mismo las consecuencias van a pleno. Piqué está experimentando la amenaza de fuga más fuerte desde que llegó de Manchester a su casa.
Para ello hay varias vías posibles, de las cuales el club pretende hacer uso una vez se sepa qué es lo que finalmente va a suceder. Umtiti y Lenglet siguen firmes, y es este último el que mayor relevancia asume para el contexto del cual se viene hablando. La directiva ha decidido romper el silencio y ya ha emitido los procederes recurrentes.
Lenglet asume el protagonismo y se levanta de sus cenizas
El francés llegado desde Sevilla en verano de 2018 ha sabido aprovechar su momento. Pese a que con Setién ha tenido más flojas que firmes, ha estado esperando con profesionalismo para revalidar lo que de hecho venía consiguiendo. Un total de 74 partidos disputados desde que arribara a la ciudad Condal habla de lo estable que se ha mostrado para el proyecto. Ha anotado 5 goles y ha entregado dos asistencias como para redondear sus números.
Al club no le conviene ponerlo en la ruta de escape, y hasta se están contemplando la enorme posibilidad de extenderle su contrato más allá de 2023 como hasta ahora reposa. Un incremento de sus ingresos y una promesa de continuidad que va en la misma línea de la salida de Piqué para darle consistencia al lado de Umtiti es lo que más llama su atención.
Aceptación de las dos partes y el guiño del ojo. Piqué sigue esperando cuál será la decisión final de sus empleadores para poder tomar el mejor de los rumbos. Ya ha tenido contactos de gente en China, un fútbol exótico que le permite disputar sus últimas temporadas de buen nivel ganando dinero por montones. Hay que verlo.