Usar siempre el programa automático puede no ser la mejor opción para tu ropa y tu lavadora
Durante años, he utilizado la lavadora casi a diario, convirtiéndola en un electrodoméstico esencial en mi hogar, especialmente al tener un perro. Sin embargo, pese a esta experiencia, suelo recurrir al programa automático, lavando a temperaturas entre 30 y 40 grados. Lo hago pensando en ahorrar energía y en que, normalmente, la ropa no está excesivamente sucia.
Pero, según un técnico, esta práctica común podría estar dañando la lavadora y no lavando adecuadamente la ropa. Aunque parezca una opción eficiente, el uso constante del programa automático no es siempre lo mejor, ya que algunas prendas requieren otros ajustes para una limpieza más efectiva.
El impacto de usar siempre la misma temperatura en la lavadora
El técnico me explicó que utilizar siempre las mismas temperaturas puede no ser suficiente para eliminar ciertos tipos de suciedad o bacterias, especialmente cuando hay mascotas en casa. El lavado a bajas temperaturas no desinfecta completamente y podría dejar residuos que, a largo plazo, afecten tanto a la ropa como a la máquina. A veces es necesario alternar programas y temperaturas más altas para mantener la lavadora en buen estado y evitar acumulaciones de suciedad interna.
El uso adecuado de los programas de lavado es esencial para prolongar la vida útil de la lavadora y asegurar una limpieza efectiva. Además, ajustar los programas según las necesidades de la ropa y las condiciones del hogar puede ayudar a evitar problemas técnicos y mejorar el rendimiento del electrodoméstico.
El riesgo de utilizar siempre el mismo programa de lavado
Aunque pueda parecer cómodo y eficiente, utilizar siempre el mismo programa de lavado puede tener consecuencias a largo plazo tanto para la ropa como para la lavadora. La comodidad de pulsar un solo botón y dejar que el programa automático se encargue del resto puede no ser suficiente para eliminar las bacterias o manchas difíciles, especialmente en hogares con mascotas, como es mi caso.
El técnico me advirtió que los residuos acumulados por los lavados a baja temperatura pueden obstruir las partes internas de la lavadora. Estos residuos, combinados con el exceso de humedad, pueden generar malos olores y afectar el rendimiento del electrodoméstico, lo que a largo plazo podría resultar en costosas reparaciones o en la necesidad de reemplazar la lavadora antes de lo previsto. Alternar entre diferentes programas y temperaturas es clave para evitar estos problemas.
