Dudas y varios temas inmersos le tienen al francés en un complejo estado de ansiedad
Los próximos retos deportivos del Real Madrid y de Zinedine Zidane son mayúsculos. Se juegan mucho y en un corto periodo de tiempo, lo que hace especialmente complejo el hecho de salir al frente en medio de la turbulencia identificada. Primero será el Manchester City por Champions y luego el FC Barcelona en LaLiga, sea como sea definir los convocados e inicialistas es el verdadero reto.
A eso le apunta Zidane, que no se moja al afirmar de una vez por todas el esquema ni los intérpretes para cada juego. En un lapso de 96 horas se juega los dos frentes, ambos en condición de local y ante su gente en el Bernabéu. Primero tendrá que plantar cara a los del City de Guardiola, equipo que viene herido de muerte y que busca en esta su última oportunidad, hacerse con el máximo trofeo de Europa justo antes de cumplir con la sanción.
Luego al FC Barcelona de toda la vida, al que siempre se la pone compleja en el escenario merengue. Para todo ello el francés apela la al grueso de su plantilla, en donde ha identificado varias cosas de analizar en detalle. Las dudas recaen en los protagonistas y en el esquema claramente, no sabe de qué manera alinear ni mucho menos pararlos en el campo. Y aunque prime una inapelable, lo que sirve no se toca, a Zidane le genera muchas dudas y para ello baraja alternativas de consideración.
Vinicius el mejor posicionado de la actualidad
El ataque es la zona más candente, en donde las grandes incertidumbres reclaman el protagonismo natural. Zizou tiene dos opciones para cumplir con la banda, una es Vinicius y la otra es Gareth Bale. Al brasileño le ha encontrado el lugar, le ha dado la confianza y todo indica que por fin se lo ha ganado. En tanto el galés sigue en su proceso, mostrando falencias pero con algo que al estratega le parece llamativo, su efectividad y magia con la zurda.
Poner a uno o a otro dependerá mucho del día a día, donde parece que Vini le saca enormes ventajas al expreso de Gales. Un poco más al centro las dudas permanecen. No se sabe si enfrentar los duelos con gente solidaria o con talentos desequilibrantes, los rivales son peligrosos y un descuido les podría arrebatar la temporada entera. Por eso la duda está entre Valverde, o Modric, entre Isco o seguir haciendo valer la férrea solidez del uruguayo.
El valor físico es un tema que podría marcar la diferencia, jugar a dos áreas es un tema que se viene manejando y hacer prevalecer el estilo es algo en lo que hay que competir ante rivales tan fuertes como estos. Sea como sea Zidane tiene poco tiempo, el cuadro se le ha venido encima y las decisiones deben ser soltadas esta semana. Veremos cómo enfrenta esto; se lo juega todo.