La última temporada se pone apasionante y azota a los protagonistas
Ahora que estamos en casa, obligados por el Estado de alarma por la maldita pandemia, los seguidores de Homeland, están de enhorabuena. Porque el destino ha querido que la popular serie de Showtime llegue a su final justo en este periodo de cuarentena y las aventuras que esperan a Carrie Mathison son estremecedoras.
Unos seguidores que forman ya parte de la resistencia más absoluta, ya que no ha sido nada sencillo de seguir una de las series más tortuosas que se recuerdan. Porque más allá de la trama, en la que se han tenido que sobreponer a la pérdida de dos personajes principales en la historia, como eran Brody y Quinn, cada temporada ha estado siempre pendiente de un hilo.
Porque para estrenar 8 temporadas, se han invertido más de 9 años. Entre temporada y temporada los fieles seguidores de Homeland han tenido que resistir a muchos rumores. Momentos en los que no se sabía si renovarían la serie, compartidos con otros más salvajes, como cuando se renovó automáticamente por tres temporadas más al final de la quinta entrega.
Porque Homeland empezó como la mejor serie de 2011, reconocida con hasta 5 Globos de Oro y 8 Grammys. Después de perder a uno de sus protagonistas, cada temporada ha ido girando en torno a la controvertida Carrie Mathison, cuyas locuras ocurrencias muchas veces han podido cansar a los espectadores.
En este tramo final, los guionistas han recuperado todo el potencial de sus inicios. La que elevó a los altares a Homeland y metió a Carrie y a Saúl en una encrucijada de la que no podrán salir airosos. O al menos va a ser muy, pero que muy complicado.