La popular serie de adolescentes fracasa en su retorno
La temporada tercera de Élite ha sido seguramente engullida ya por la gran mayoría de seguidores. La casualidad quiso que Netflix programase el retorno de la serie coincidiendo con el decreto del Estado de alarma en España, motivo que favorecía y mucho a la plataforma gigante del streaming.
Sin embargo, aunque los seguidores más fieles, se han zampado los ocho capítulos de la tercera entrega de una sentada, motivados por la cuarentena, la historia en esta tercera temporada deja muchos interrogantes que impiden la crítica positiva.
Uno de esos interrogantes viene marcado por los personajes nuevos. Que si bien en la temporada dos, las caras nuevas llegaron con mucha fuerza a Las Encinas, las dos incorporaciones principales, que interpretan a Yeray y a Malik pasan de puntillas sin que nadie tenga curiosidad de saber más de ellos.
Otro de los personajes presa de las críticas es la inspectora, aunque en este caso es una crítica que viene de lejos. Porque su papel en temporadas anteriores es exactamente igual de plomizo. Es más, para ser inspectora tiene menos intuición que una piedra.
En definitiva, que aunque la trama sigue estando a la altura y la tensión se mantiene durante toda la temporada, parece que Élite está bastante desgastada. Por suerte están semiconfirmadas la cuarta y quinta entrega, que al salir del instituto promete emociones completamente nuevas.
