Nueva gala con mucha polémica en la isla hondureña
Como cada jueves, vivimos una nueva gala de Supervivientes, que prometía muchísimo con la tensión vivida el pasado martes entre Fani y una Rocío Flores a la que ya nadie cree. De hecho, se ha destapado la peor mentira posible, enmarcada en una estrategia de la propia Rocío que no ha salido bien. Al menos la audiencia se ha echado encima.
Porque Rocío Flores está hasta las narices de ser considerada como el pez gordo de esta edición de Supervivientes. La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores y nieta de Rocío Jurado, ha cambiado radicalmente de estrategia al verse como la enchufada del programa.
El problema es que para ello ha tenido que decir una de las mentiras que peor han sentado al resto de los participantes. Según Rocío, no está en Supervivientes por el dinero. Ha venido “para vivir la experiencias”. No se lo cree nadie.
Porque nadie se expone a las duras pruebas de Supervivientes, renuncia a su vida privada, vende el alma al diablo si es necesario para mantenerse… únicamente “para vivir la experiencia”. Y claro, los espectadores se han posicionado claramente en su contra.
Claro que es normal que Rocío no quiera hablar del tema. Como que es la que más cobra semanalmente de todo el programa. Se habla de que percibe 30.000 euros semanales, cantidad que no está nada mal para vivir la experiencia y no importar el dinero.