Ferreras se cree lo que no es y ciudadanos de las redes sociales lo desacreditan
Toque desde las altas esferas para que deje de utilizar la palabra “devastación”. Estos días convulsos de cuarentena están pasando factura a La Sexta. Porque un animal comunicativo como Ferreras hace cada día Al rojo vivo, con la máxima intensidad para arrojar los datos del coronavirus. Sin embargo su clarísima forma de ver las cosas hace que muchas veces se moje y empañe su labor como periodista.
El matrimonio comunicativo por excelencia en La Sexta, el formado por Ana Pastor y García Ferreras. Normal que estén juntos. Porque muy pocos en el mundo podrían aguantar las 24 horas a esa intensidad a la que van ambos informadores. Tienen el chiringuito muy bien montado eso sí.
Ferreras es el máximo responsable político en La Sexta. De esa forma, maneja a su antojo Al rojo vivo, el mayor espacio de la cadena destinado a la información pero elige siempre qué protagonistas pasan por el programa o cómo se aborda un tema.
Es evidente que a Ferreras les delata su ferviente posicionamiento hacia la izquierda. Porque no trata por igual un desastre con el Partido Popular que con el actual Gobierno de España. Y eso a los espectadores les empieza a cansar. Le tachan de mamporrero del sistema.
Hasta tal punto que en redes sociales cada vez son más los que exigen o su dimisión o simplemente que desaparezca cuanto antes Al rojo vivo. Porque a juicio de la audiencia, Ferreras se aprovecha de la situación para blanquear constantemente la labor del Gobierno de Pedro Sánchez.