La defensa de Sancho mantiene esperanzas de revertir la condena mediante una apelación
Daniel Sancho, el cocinero español de 30 años, ha sido condenado a cadena perpetua en Tailandia tras ser declarado culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, ocurrido el 2 de agosto de 2023 en la isla de Koh Phangan. La sentencia fue dictada este jueves durante una audiencia a puerta cerrada en la corte de Koh Samui. Este veredicto cierra un capítulo de más de un año en uno de los crímenes más mediáticos que se recuerdan en España, con la particularidad de que se ha desarrollado a más de 10.000 kilómetros de distancia.
Las pruebas que llevaron a la cadena perpetua
El tribunal tailandés no solo encontró a Sancho culpable de asesinato, sino que también lo condenó por desmembrar el cuerpo de Arrieta, hacer desaparecer sus restos y deshacerse de su documentación. Como parte de la sentencia, Sancho deberá pagar una indemnización de más de 100.000 dólares a la familia de la víctima. Este caso ha sido especialmente impactante debido a la relación entre el asesino y su víctima; Sancho y Arrieta se conocieron a través de Instagram un año antes del crimen y mantenían una relación personal en la que el cirujano prestó grandes sumas de dinero a Sancho.
La estrategia de la defensa de Sancho, que argumentaba que la muerte de Arrieta fue un accidente durante un intento de defensa propia, no logró convencer al tribunal. Los investigadores y la Fiscalía sostuvieron que el crimen fue claramente planeado, ya que Sancho compró las herramientas para desmembrar el cuerpo antes de que Arrieta llegara a la isla.
La apelación y posible traslado a una prisión de máxima seguridad
A pesar de la sentencia, la defensa de Sancho no ha perdido la esperanza. Tienen la intención de presentar un recurso ante el Tribunal de Apelación de Tailandia, un proceso que la ley tailandesa permite realizar en un plazo de un mes desde la emisión del veredicto. Este recurso, antes de hacerse público, fue revisado por al menos tres jueces en Surat Thani, la capital provincial.
Si el recurso no prospera, lo más probable es que Sancho sea trasladado a la prisión de máxima seguridad de Bang Kwang, situada al norte de Bangkok. Este centro penitenciario, conocido como el ‘Gran Tigre’, es famoso por su dureza y hacinamiento, albergando más de 8.000 reclusos en un espacio originalmente diseñado para no más de 3.500. En esta prisión, Sancho podría compartir celda con Artur Segarra, otro español condenado a cadena perpetua en 2016 por un brutal asesinato en Bangkok.
La situación en Bang Kwang es extremadamente difícil, con celdas de hormigón que pueden albergar a más de 30 presos, quienes pasan más de 12 horas al día en condiciones insalubres y dependen en gran medida de la ayuda externa para sobrevivir. Este destino subraya la gravedad de la condena y el complicado camino que tiene por delante Daniel Sancho en un sistema penitenciario tan riguroso como el tailandés.