La crisis sanitaria mundial hace un drama en el concurso lleno de incertidumbre por la vuelta a casa
La red se llena de comentarios a favor y en contra, Supervivientes es uno de los programas que ha decidido seguir su andadura a pesar de la crisis del coronavirus que asola el planeta. Y es que parece que allí tanto concursantes como personal del equipo están a salvo de la infección. Esto parece que ha gustado bastante a su público, que cada jueves puede disfrutar de una nueva gala, eso sí, sin público presente. Pero al menos pueden amenizar el encierro.
Los concursantes este año son bastante polémicos, y es que la productora ha conseguido unir a todo lo más destacado de sus programas de tertulia. Por un lado, José Antonio Avilés no para de provocar discusiones con unos y con otros, incluso ha sido tachado de querer buscar audiencia. Por otro, Rocío Flores fue uno de los fichajes más esperados. Por todos era conocido su fuerte carácter, algo de lo que está haciendo gala en cada retransmisión.
Todos ellos han decidido seguir con su vida en la isla de Supervivientes, a pesar de haber sido avisados de lo que está ocurriendo en el país. Ya que ante la posibilidad de seguir la grabación del concurso, es una gran oportunidad que no les merece la pena dejar escapar.
Otro tema es una vez que son expulsados, qué les espera en su futuro. Honduras es uno de los países que se encuentra en cuarentena nacional, y los vuelos y aeropuertos han sido cerrados. Por lo tanto, no les quedaba más remedio que esperar hasta que fuera posible su vuelta a España.
Parece que ese momento ha llegado para los dos últimos expulsados de Supervivientes, Alejandro Reyes y Vicky Larraz que ya se encuentran de camino a la península. No correrá la misma suerte el último expulsado de esta semana, Cristian Suescun, ni ninguno de los próximos eliminados. Estos tendrán que vivir el resto del programa con el equipo en Honduras hasta su final.
