Saray vuelve ha generar polémica atacando a los jueces en sus redes sociales
Tal y como avisó Jordi Cruz antes de comenzar el concurso, la octava temporada de MasterChef no iba a dejar indiferente a nadie. Y culpa de ello la tienen los aspirantes, que han generado bastante controversia por su actitud. Tanto, que el propio Jordi Cruz los ha catalogado como los aspirantes más ingobernables de todas las ediciones, algo que ha provocado que los jueces saquen su lado más estricto.
Pero sobre todos los concursantes ha destacado Saray. A pesar de que comenzó con buen pie en el talent culinario, todo se truncó muy rápido. A medida que avanzaban los capítulos, Saray iba sacando su lado más oscuro, en especial con Jordi Cruz, con quien durante varios episodios tuvo sus más y sus menos, como ocurrió en una prueba por equipos en Frigiliana.
Allí, Saray protagonizó una bochornosa escena que fue muy castigada en redes sociales. Mientras Jordi Cruz ayudaba a la capitana del equipo azul, Saray hizo un feo gesto al chef. Con cuchillo en mano, Saray hizo el gesto de acuchillar al chef por la espalda, algo que la hizo merecedora de muchas críticas por redes sociales, puesto que si Jordi Cruz se hubiera girado habría provocado un grave accidente.
Pero lo peor estaba por llegar. Tras una mala primera prueba en la que desoyó las recomendaciones de Jordi Cruz, este le entregó directamente el delantal negro. Una vez en la prueba de eliminación, a Saray le tocó cocinar con una perdiz sin desplumar en veinte minutos, algo que agotó su paciencia. De tal forma, que decidió presentar un plato con la perdiz tal cual, provocando así un gran enfado en los jueces.
Sin embargo, y tal y como ha manifestado en su cuenta de Instagram, Saray parece no arrepentirse mucho de su paso por Masterchef. Eso sí, ha tenido palabras para los jueces. De Pepe Rodríguez ha comentado que siempre ha sido un tieso y un estirado, mientras que Jordi Cruz ha sido quien se ha llevado la peor parte. El reconocido chef ha sido tachado de cerdo, y Saray ha declarado que no se merece ningún tipo de respeto.