Facetas y poco talento son condicionantes inminentes para descartar participante
Las variedades y peculiaridades de todos los comensales que llegan a First Dates hacen que el programa sea cada vez más divertido para ver. Las aficiones, costumbres, manías, talentos o facetas que resaltan entre ellos, son características que pueden ser usadas para encontrar el amor de vida. No obstante, el hecho de tener algún “plus” para seducir, no refiere a que este siempre va a ser llamativo.
Citas que reúnen a solteros y solteras para que conozcan a la que puede llegar a ser su media naranja. Una misión para la que tiene gran importancia el oculto algoritmo de First Dates que termina relacionándolos entre todas las opciones disponibles. Así se conocieron Mireia y Omar, quienes mantuvieron una bonita cena en la que tuvieron mucho feeling. Tanto que ella terminó bailando sensualmente y dejando perplejo a su cita, y quisieron volver a verse.
Un espacio de Carlos Sobera por el que ya han pasado multitud de solteros y solteras, como fue el caso de Romano, quien acudió a First Dates decidido que encontraría a su amor. La cita que le propuso el programa fue Ana Dubai, una chica con las ideas muy claras.
Además, Romano fue dejando pistas desde el principio de la cena para hacer a Ana Dubai una ligera idea sobre la decisión que tomaría. Él quiso comentar que era cantante durante la cena, aunque puso cierto ocultismo en First Dates cuando se habló sobre un tema en concreto. Aún así, se mostró cercano, e hizo lo imposible para aproximarse a su pareja en el programa.
Por otro lado, el ocultar la edad hizo que Ana no viera con buenos ojos al comensal, haciendo que toda la conversación de ahí en adelante tuviese un tinte más de amigos que de cualquier otra cosa. Y adicionalmente a ello, el no tener talento para cantar reflejó aún más el rechazo rotundo de una participante desilusionada y decepcionada al ver que su pretendiente no cumplía con sus expectativas.
