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Colombia cede ante amenazas de Trump

El gobierno de Petro cede ante las exigencias de Trump para recibir deportados colombianos tras tensas horas de negociación

Estados Unidos anunció que Colombia ha aceptado “todos los términos del presidente Trump” en el acuerdo sobre repatriaciones, poniendo fin a doce horas de tensión diplomática. El acuerdo incluye la recepción sin restricciones de inmigrantes deportados desde Estados Unidos, incluso en aviones militares y sin condiciones.

El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, confirmó en un comunicado que el conflicto se ha resuelto, garantizando que los deportados serán recibidos con condiciones dignas. Aunque el presidente Gustavo Petro inicialmente reposteó el anuncio de la Casa Blanca en sus redes sociales, poco después eliminó el mensaje sin dar explicaciones.

Las declaraciones oficiales reflejan un cambio en la postura colombiana tras amenazas de sanciones y aranceles.

Medidas de presión de EEUU y respuesta inicial de Colombia

El conflicto se desató luego de que Petro rechazara dos vuelos de deportación con migrantes colombianos, supuestamente por el uso de aviones militares y porque los deportados viajaban esposados. En respuesta, Donald Trump impuso una serie de medidas, incluyendo aranceles del 25 % a productos colombianos, restricciones de visado a altos funcionarios y controles reforzados en aduanas para ciudadanos y mercancías de Colombia. Estas acciones incrementaron la presión sobre el gobierno colombiano, que en un inicio respondió con medidas similares, como aranceles a productos estadounidenses.

El comunicado de la Casa Blanca detalla que las sanciones arancelarias no serán efectivas si Colombia cumple con el acuerdo, aunque las restricciones de visado y los controles fronterizos seguirán vigentes hasta que el primer vuelo de deportados regrese exitosamente. Trump destacó que estas acciones son parte de su compromiso con la soberanía nacional y espera que otros países cooperen de manera similar.

Repercusiones del acuerdo y los próximos pasos

El acuerdo marca un punto de inflexión en la relación entre ambos países, dejando claro que Estados Unidos busca mantener un control estricto sobre las repatriaciones. La postura inicial de Petro, seguida de su posterior aceptación, refleja las dificultades de Colombia para contrarrestar las presiones comerciales y diplomáticas de Estados Unidos.

A medida que comiencen los vuelos de deportación, queda por ver cómo se desarrollará este acuerdo y si se mantendrá la estabilidad en las relaciones bilaterales. Por ahora, el caso sirve como un recordatorio del delicado equilibrio en la política migratoria y comercial entre ambos países.

puigdemont psoe