El Gran Teatro Falla vivió una de las noches más intensas del COAC 2025 cuando una chirigota con mensajes negacionistas intentó presentar su repertorio. Lo que debía ser una actuación más en la fase preliminar se convirtió en un enfrentamiento directo entre la agrupación y el público
Desde que el telón se abrió, la tensión se sintió en el ambiente. La chirigota, que venía con un discurso negacionista, apenas pudo pronunciar sus primeras palabras antes de que el público del Falla reaccionara con indignación. Entre gritos y abucheos, la agrupación intentó seguir adelante con su repertorio, pero la respuesta de los asistentes fue inmediata y unánime. “¡Empieza ya, joé!”, gritó una voz entre el público, cortando en seco la introducción del actor Óscar Terol, quien formaba parte del grupo.
La situación escaló cuando en la pantalla de fondo comenzaron a proyectarse mensajes contrarios a la salud pública. En ese instante, el teatro en pleno estalló en un sonoro “¡Fuera del Falla!”, dejando claro que aquel tipo de discurso no tenía cabida en la catedral del Carnaval gaditano. Desde el Paraíso hasta el patio de butacas, la exigencia fue la misma. “¡Telonazo!”, pedían al Jurado del COAC, que optó por el silencio ante la evidente molestia de la audiencia.
El público convierte la protesta en una muestra de auténtico Carnaval con coplas y sátira
La respuesta gaditana no se limitó a la protesta. En una muestra de ingenio y amor por el Carnaval, el público decidió transformar su descontento en espectáculo. Cada pasodoble de la chirigota fue tapado por grandes clásicos del COAC. Sonaron Los Yesterday, Los Hinchapelotas y hasta los inmortales Duros Antiguos, entonados al unísono para dejar claro que el verdadero Carnaval es el del ingenio y la sátira, no el de discursos cuestionables.
Uno de los momentos más memorables llegó cuando alguien desde el gallinero reinterpretó la icónica frase “¡Esta chirigota me gusta!” en un certero “¡Esta chirigota me asusta!”, generando carcajadas y reforzando el mensaje de rechazo. Los móviles encendidos iluminaron la sala mientras la audiencia convertía su descontento en una auténtica fiesta de coplas.
Cádiz impone su identidad y deja claro que su Carnaval no es un escenario para discursos ajenos a su esencia
Cuando la agrupación se dio cuenta de que su mensaje no iba a ser escuchado, la función ya había cambiado de manos. El Falla había tomado el control y el espectáculo se convirtió en una reivindicación de lo que significa el Carnaval de Cádiz. No bastó con los abucheos, ni con los gritos de desaprobación, el respeto por la fiesta se defendió con arte, con letras icónicas y con una ironía que solo los gaditanos saben manejar con maestría.
El cierre de la noche llegó con una frase que resonó en todo el teatro. “A Cádiz no se viene a esto”. Fue la sentencia definitiva de una audiencia que no solo disfruta del Carnaval, sino que lo protege. En el Falla, el ingenio y la sátira siguen siendo la norma, y esta noche quedará en la memoria como una muestra de que el espíritu gaditano es inquebrantable.
