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Censura en El Gran Prix

El municipio de Olvera se enfrentará a Cangas de Onís este lunes en el icónico programa de televisión

El pueblo de Olvera, en la provincia de Cádiz, es el único municipio andaluz que participará en la nueva edición del Grand Prix, presentado por Ramón García. Este programa, que regresó a la televisión el pasado verano, ha causado gran expectación en la localidad. Casi un centenar de habitantes de Olvera, un pueblo de poco más de 8,000 personas, viajaron a Madrid para la grabación del programa, según relata Isabel, una de las participantes.

Isabel comenta que el viaje comenzó a las 3 de la madrugada y la grabación del programa inició alrededor de las 2 de la tarde. La experiencia fue sorprendente para muchos, especialmente por la duración de la grabación, que se extendió hasta la 1 de la madrugada. “En la televisión parece que entre prueba y prueba no pasa tiempo, pero allí hay que preparar el plató y cambiarse de vestuario”, explica Isabel.

Lo que más sorprendió a los habitantes de Olvera fue que en varias ocasiones les pidieron que guardaran silencio.

La inesperada petición de silencio durante la grabación

A pesar del cansancio, los habitantes de Olvera no dejaban de animar y hacer cánticos. “Nos decían: ‘Oye por favor, callaos que necesitamos silencio, animad cuando esté concursando vuestro pueblo'”, cuenta Isabel entre risas. El equipo del programa se mostró maravilloso y trató muy bien a los participantes durante toda la grabación. Sin embargo, la insistencia en pedir silencio fue notable, ya que el entusiasmo de los olvereños no disminuía a pesar de las largas horas.

Isabel también compartió que, a diferencia de otros públicos que suelen cansarse, ellos seguían animando con la misma energía, lo que sorprendió al equipo de producción. “Nos dijeron que en las últimas pruebas solían tener que pedir al público que animara porque el cansancio hace mella, pero a nosotros nos pedían silencio”, asegura Isabel.

Los secretos detrás del Grand Prix y la preparación de Olvera

La realidad sobre la dificultad de las pruebas en el Grand Prix también sorprendió a los participantes. “El plató es muy bonito, pero las pruebas… Parecen fáciles desde casa, pero cuando estás allí te das cuenta de que no tienen nada de fáciles”, comenta Isabel. Además, explicó que se debe tener mucho cuidado con el vestuario proporcionado por el programa, ya que todo debe ser devuelto al final.

Olvera ha seleccionado perfiles atléticos con una proporción similar de hombres y mujeres para enfrentarse a Cangas de Onís. La preparación incluyó recrear algunas pruebas en el polideportivo del pueblo, según Isabel. Sin embargo, es el programa quien decide finalmente quién participará en cada prueba. La competencia promete ser intensa y llena de emociones, reflejando el espíritu entusiasta de los habitantes de Olvera.