Su subida de salario es notable, aunque claramente distante de los promedios en cuanto a los referentes
La escudería italiana Ferrari ha anunciado que Carlos Sainz formará parte de su proyecto para la siguiente temporada. El piloto español será el encargado de hacer olvidar el suceso de Sebastián Vettel que se marcha tras unas diferencias con los jefes. Varios tire y afloja han dejado como resultado este hecho que tan pronto como ha sido expuesto ha empezado a arrojar polémicas.
En primera instancia se ha hablado de los sueldos, cifras que son escandalosas a toda luz. Más allá de que la subida sea extremadamente notable, no hay que dejar escapar el hecho mismo que en relación a los viejos dinosaurios de la actividad, la distancia es asombrosa. Y mucho más si se tiene en cuenta el que sale, el campeón mundial teutón.
Actualmente en McLaren, Sainz devenga unos 3,5 millones de euros. No obstante, la pandemia, la para, la crísis económica y otros factores adicionales han llevado a la reforma natural de este hecho a los encargados. Por tanto Sainz estaría por el orden de los 8 kilos, uno menos que su nuevo compañero de equipo Charles Lecrerc.
Alonso ha perdido poder y lo deja en evidencia
Si alguien estaba cerca de poder haber firmado una vez más con Ferrari fue Fernando Alonso. El que fuera piloto entre el 2010, y el 2014, estuvo entre la baraja de opcionados para suceder a Vettel. Pero un giro del destino le ha acabado jugando una pala pasada que ahora mismo en las oficinas de la escudería roja, no ven tampoco como un hecho negativo.
Vettel devenga al orden de los 26 millones de euros netos por temporada, una barbaridad si es que tan solo se compara con el nuevo salario de Sainz, ni siquiera una tercera parte de ello. Para ellos este momento es vital y mucho más ahora que la crísis lo indica. Las cifras están demasiado infladas y ellos deberán blindarse de cara al futuro, al menos así lo han dejado expreso.
La actividad sigue en avanzada y es claro que como van las cosas será lo más indicado. Vettel ha decidido dar su paso al costado y las cifras siguen estando intratables, mucho más si se mira a Lewis Hamilton, el piloto mejor pagado del mundo al rededor de los 38 millones den euros. Se enciende el mercado, y la actividad aún no da sus primeros avances.