Las cifras han sido transmitidas por una fuente oficial
Siguen creciendo los rumores que sitúan al internacional de Gabón, Pierre Emerick Aubameyang, en las filas del FC Barcelona. La falta de gol, y la ausencia de Suárez se han unido, motivo suficiente para que Bartomeu desde su complejo mando, emita la direccionalidad a la que el equipo debe apuntar una vez se abra el mercado de verano.
Muchos indicios los llevan a ver el gran marco estival y Aubameyang es uno de los que más agrada, pues a su edad, 30 años, es un delantero que sigue siendo letal, que tiene a cuestas un promedio de gol completamente envidiable y que está a disposición de aceptar cualquiera sea la propuesta de uno de los grandes de España y del mundo.
El Arsenal entendiendo la dinámica del caso ha estimado su valor de venta en un margen algo elevado, pero a la vez accesible para los intereses culés. Oficialmente lo han situado en 55 millones de euros, cifra que de inmediato ha enviado a gestionar Bartomeu y su enorme grupo de trabajo para analizar viabilidad.
La real maniobra está en Italia con el Inter
A priori es lo que se está manejando, que Aubameyang esté en ruta de salida y encienda los medios no quiere decir que sea la opción final. Un músculo dentro del cuadro catalán indica que es tan solo una alternativa, pues el verdadero objetivo es Lautaro Martínez. Con el argentino hay un mayor grado de aceptación, más que nada por edad, condiciones, y por la bendición de Messi.
La pulga es uno de sus principales benefactores, y ha impulsado a la directiva a moverse por esos campos. Independientemente de su cláusula, 111 kilos, el crack rosarino cree que por proyección, incluso por actualidad es una posibilidad más acorde a la filosofía del club. Lautaro es un jugador que juega retrasado, que lo hace bien de pivot, y como centro delantero maneja un promedio goleador extremadamente favorable.
Por si fuera poco, le favorece el hecho de estar en el Inter, club que está tras los pasos de dos jugadores blaugranas: Iván Rakitic y Arturo Vidal. En caso no de no hallar la solvencia para enfrentar el mercado, la idea es poner en contexto este par de requerimientos para aligerar el asunto y disminuir el impacto económico, temas que hasta acá no le son del todo inaceptables al cuadro italiano.