Completamente aislados han empezado a padecer los estragos del encierro en sus hijos
La cuarentena producto del mal propagado de la pandemia del coronavirus ha afectado a algunas de las celebridades más nombradas en España. Gerard Piqué junto a su esposa, la colombiana Shakira han sido uno de ellos y así han dejado ver sus problemas a flote. Para el defensor del FC Barcelona la cosa parece pasar desapercibida, mientras que para la cantante no lo es tanto.
Piqué, enfermo por aceptar cuanto reto circula en las redes sociales, ha dejado ver su lado más amable al tomarse la situación con cautela y agrado. Sabe que debe cumplir el protocolo y de hecho viene manejando las cargas para hacer de este largo periodo, el más agradable junto a su familia. De momento se desconoce dónde puedan estar, aunque hay indicios que afirman están en su casa dentro de Barcelona.
En tanto Shak ha atravesado todas las facetas, desde su fallida pasión por la cocina, como su falta de compromiso con sus clases de filosofía. Lo último, las pasiones de sus hijos, concretamente el de Sasha, aficionado a la fotografía que va dejando abierta su exposición mediante cada publicación de su mamá.
Milan se ha hecho de este momento el mejor de todos
Y si Sasha estaba haciendo de las suyas, ni que hablar de su hijo mayor Milan. A diferencia de los dotes fotográficos a Milan le ha surgido un especial agrado por tunear las piezas del ropero de su madre, implementando algunas técnicas como la del tie-dye. Todo se da bajo el manto de teñidos procesales.
De dónde ha podido adquirir este gusto es una incógnita, lo cierto es que Shakira está desesperada, ya no sabe como lidiar con los destellos de hiper actividad de sus hijos. Por si fuera poco le ha puesto una caneca de pintura a su alcance, y de hecho si que le ha sabido sacar provecho a este hecho en concreto.
Un armario bien amplio le tendrá entretenido este tiempo, mientras su padre goza y ella lamenta. Así va la actualidad de una de las parejas más agraciadas de todo el entorno. Esta para está comenzando a hacer estragos y como pinta la actualidad, parece ser apenas el comienzo del final. Hay que estar atentos a las verificaciones oficiales.