El Gobierno dará el último paso para implementar la nueva PAU a partir del curso 2024-2025. La prueba de acceso a la universidad se aplicará en todo el Estado, eliminando las diversas denominaciones actuales.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el real decreto que regula el acceso a las enseñanzas universitarias a partir de 2025. La nueva prueba, conocida como PAU, volverá a ser la Prueba de Acceso a la Universidad en todo el Estado, recuperando el nombre que tuvo con la LOE. Esta unificación pone fin a las diferentes denominaciones como EBAU, EVAU y PEVAU utilizadas desde 2017.
El texto del real decreto apenas ha sufrido cambios tras su paso por el Consejo de Estado en comparación con el borrador conocido en octubre pasado. La prueba mantendrá su estructura con una parte de acceso y otra de admisión. La parte de acceso incluirá exámenes de asignaturas troncales y de modalidad, mientras que la parte de admisión abarcará materias optativas, permitiendo subir la nota hasta 14, como hasta ahora.
Unificación y novedades en la PAU 2025
El Ministerio de Educación ha introducido modificaciones para hacer la prueba más homogénea entre las distintas comunidades autónomas. La corrección gramatical, ortográfica, la presentación y la coherencia supondrán al menos un 10% de la nota en los ejercicios. Esto busca asegurar una evaluación justa y consistente en todo el país.
Otra novedad es que habrá un único modelo de ejercicio por cada asignatura, eliminando las opciones múltiples actuales. Esto permitirá mantener la posibilidad de elegir entre varias preguntas dentro del modelo único, asegurando que no disminuya el número de competencias específicas evaluadas. El objetivo es eliminar la disparidad en la penalización de faltas de ortografía entre comunidades.
Diseño de la PAU bajo los criterios de la LOMLOE
La PAU 2025 será la primera prueba diseñada siguiendo los criterios de la LOMLOE, la ley educativa aprobada en 2020. Los ejercicios tendrán un diseño competencial, requiriendo creatividad, pensamiento crítico, reflexión y madurez en la resolución de preguntas o tareas. Estas se contextualizarán en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos, preferentemente cercanos a la vida del alumnado.
Los nuevos exámenes incluirán distintos tipos de preguntas, con al menos un 70% de preguntas abiertas o semiabiertas que exigen desarrollo de la respuesta. La duración de cada examen seguirá siendo de 90 minutos, con un descanso de 30 minutos entre cada uno. Aunque inicialmente se barajó ampliar el tiempo a 105 minutos, se mantuvo la duración actual para evitar extender la prueba un día más.
