Nuevo propietario, pero con las mejoras de Chicote, El Rosal sigue en pie tras Pesadilla en la Cocina
No todos los restaurantes que pasan por Pesadilla en la Cocina acaban cerrando. Según las estadísticas, seis de cada diez negocios que pidieron ayuda a Alberto Chicote no han sobrevivido tras su aparición en el exitoso programa de laSexta. El Rosal, un restaurante de Córdoba, es una de las excepciones afortunadas que sigue recibiendo a clientes en su local, aunque no con los mismos propietarios.
Este restaurante vivió una situación similar a la del asturiano de Madrid, A Cañada. Meses después de aparecer en el programa, sus propietarios decidieron traspasar el negocio. A pesar de la ayuda de Chicote, no lograron solventar las pérdidas, algo común en los locales que visita el cocinero. Durante la sexta temporada, Chicote se enfrentó a uno de sus mayores retos en El Rosal, situado en la carretera CO-3405, km 500.
La transformación de El Rosal bajo la guía de Chicote
En 2018, El Rosal estaba gestionado por Pedro y Mari Carmen con la ayuda de su hija. La familia enfrentaba problemas económicos y personales, con el matrimonio al borde del divorcio y la relación entre madre e hija muy tensa. La organización en el trabajo era deficiente, lo que provocaba descontento entre los clientes. Tras el cambio habitual de carta y una remodelación completa, acompañada de terapia familiar, El Rosal abrió sus puertas nuevamente con un equipo más unido y clientes satisfechos.
A pesar del aparente éxito inicial, Pedro y Mari Carmen finalmente traspasaron el negocio. Desde entonces, El Rosal ha tenido dos propietarios adicionales. En 2019, se inició el proyecto de El Rosal 2.0, y tras un año y medio, el actual propietario, Toni García, tomó las riendas. Bajo el nombre El Rosal Sierra, García ha sabido adaptar las mejoras implementadas por Chicote, logrando un resultado bastante aceptable.
El éxito actual de El Rosal Sierra bajo la gestión de Toni García
Desde que Toni García asumió la dirección, El Rosal Sierra ha mantenido una buena reputación entre sus clientes. Las críticas destacan especialmente los calamares, los guisos de carne de caza, la carne a la brasa y las hamburguesas. La terraza del restaurante también es muy apreciada, sirviendo comidas y transformándose en un espacio ‘chill out’ durante el verano, donde se celebran fiestas temáticas y actuaciones de música en directo.
El paso de Pesadilla en la Cocina por El Rosal no solo remodeló el restaurante, sino que proporcionó una base sólida para su supervivencia y éxito continuado bajo nuevas gestiones. El compromiso de Toni García con las mejoras de Chicote ha demostrado que, con el enfoque adecuado, es posible revivir un negocio y hacerlo prosperar.
