El programa ha recibido una dura crítica por la situación actual de los restaurantes visitados
El famoso programa de televisión Pesadilla en la cocina se ha convertido en tendencia durante todo el confinamiento. La reemisión de anteriores programas, y especialmente el del pasado jueves, ha propiciado muchos comentarios de los fans acerca de cómo se gestiona el programa. Pero la realidad, es que hay una crítica común que pocos entienden tras el paso de Alberto Chicote por cada restaurante.
La visita del aclamado chef ha permitido a varios restaurantes descubrir cuáles eran los problemas a los que se enfrentaba, así como intentar dar una solución a las deficiencias que se encontraban en cada uno de ellos. Sin embargo, la realidad es que las visitas de Chicote han terminado siendo un lavado de cara para traspasar o vender el restaurante.
Según se puede comprobar en las fichas de los diferentes restaurantes en los que ha participado Alberto Chicote en estas temporadas de Pesadilla en la cocina, ninguno de los restaurantes sigue abierto, o al menos con los mismos dueños. Una situación que se une a los comentarios de los propietarios, que aseguran que es el chef quien se pone en contacto con ellos.
También es cierto que hay muchos propietarios que han asegurado que el pasado de Pesadilla en la cocina les ha pasado factura de forma negativa, e inclusive hay una plataforma que puso una reclamación contra el programa por la forma de actuar que habían tenido. Y es que no hay que olvidar que algunos de ellos viven en una dura tesitura que queda totalmente al descubierto.
Desde luego, este periodo de confinamiento no está pasando muy buena factura al programa, principalmente porque son muchas las críticas recibidas. Programas que se repiten en exceso, o los nuevos a través de la versión de pago de la cadena. Hechos que no se terminan de entender.
