El futuro de la compañía se resuelve y muchos de sus inversores acaban hartos del intervencionismo estatal
El futuro de Ferrovial está en Países Bajos a pesar de la presión del Gobiernos. El último ha sido el ministro Escrivá, que ha dejado claro que el traslado de la sede social de la compañía tiene que estar muy justificado. Se trataba del último intento por desestabilizar la junta. La política fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez hacia las grandes empresas ha llevado a que los accionistas de Ferrovial voten a favor del traslado de su sede social a los Países Bajos.
La empresa ha asegurado que el traslado se debe a un conjunto de motivos económicos, incluyendo la posibilidad de salir a bolsa en Estados Unidos, algo que no pueden hacer con su sede en España. Sin embargo, el Gobierno ha defendido que se marchan por motivos fiscales y ha dejado claro que examinará cuidadosamente cada detalle del traslado para evitar perjudicar a la multinacional y evitar su salida del país.
Los accionistas de Ferrovial se llevan la sede social a Países Bajos
La postura de los accionistas es fundamental en este asunto, y los internacionales están hartos del intervencionismo del Gobierno. Better Finance y la World Federation of Investors acudían a la junta con varios de sus representantes para defender sus intereses y los de los accionistas minoritarios.
En este contexto, la noticia de que el fondo noruego Norges, con un capital de 300 millones en Ferrovial, votará a favor del traslado de la sede social ha sido una desagradable sorpresa para el Ejecutivo de Sánchez, que contaba con su voto en contra. Con este factor no contaban en el Gobierno.
Otro palo para Pedro Sánchez
La carta presionando a los accionistas enviada por el Ministerio de Economía justo antes de la junta no tuvo el efecto deseado. Al final ha primado el objetivo de Ferrovial de salir a bolsa en Estados Unidos y el hecho de que el traslado de la sede social a los Países Bajos podría ofrecer más ventajas económicas a la compañía.
La marcha de Ferrovial de España supone un nuevo palo para las aspiraciones del Gobierno Sánchez. Llega en un momento crucial de la temporada política, con un acto nacional del PSOE este fin de semana y unas elecciones a finales del mes de que viene. El PSOE sale muy tocado.
