El aceite de oliva baja de precio, pero genera desafíos en el sector olivarero
El precio del aceite de oliva ha experimentado una caída del 20,6% en los últimos meses, ofreciendo un respiro a los consumidores tras años de precios elevados. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el precio medio ha descendido desde los 6,50 euros por litro en octubre de 2024 a 5,16 euros en enero de 2025. Esta tendencia podría mantenerse con el final de la campaña de recogida de aceitunas.
Causas de la caída del precio
- Mejores condiciones climáticas y recuperación de la producción
Tras dos años de cosechas reducidas, España, el principal productor mundial, ha incrementado su producción hasta 1,3 millones de toneladas esta temporada. Este aumento ha contribuido significativamente a estabilizar la oferta. - Ajuste en los precios por alta oferta
La abundancia de aceite ha permitido a los grandes compradores negociar precios más bajos, reduciendo el coste en almazaras y puntos de venta. - Menor presión internacional
Las crisis de producción en años anteriores dispararon la dependencia del mercado externo. Ahora, con una producción estable, los precios han bajado tanto a nivel nacional como en exportaciones a mercados como Italia y Francia.
Proyecciones del mercado para 2025
Los expertos prevén que los precios seguirán bajando en febrero, situándose entre:
- 4,20 y 4,50 euros por litro para el aceite virgen extra en almazaras.
- 4 euros por litro para el aceite virgen.
- 3,90 euros por litro para el aceite lampante, de menor calidad.
Este ajuste beneficiará a los consumidores, pero plantea retos importantes para los productores.
Impacto en el sector olivarero
La bajada de precios, aunque positiva para los consumidores, pone en una situación delicada a muchos olivareros.
- Menor rentabilidad: Con precios bajos, las explotaciones podrían enfrentarse a ingresos reducidos, afectando especialmente a regiones dependientes del cultivo del olivo.
- Exportaciones como esperanza: Algunos productores apuestan por la exportación para estabilizar los precios.
- Foco en la calidad: Otros destacan la necesidad de diferenciarse en un mercado global saturado mediante productos de alta calidad.
Alivio para los consumidores
Para los hogares, esta reducción de precio representa un alivio económico. El aceite de oliva, producto clave de la dieta mediterránea, se vuelve más accesible tras años de precios que lo acercaron a un artículo de lujo. Las familias podrán incluirlo de nuevo en sus compras habituales sin un impacto tan significativo en sus presupuestos.
El desplome del precio del aceite de oliva es un fenómeno de doble filo: mientras representa una oportunidad para los consumidores, plantea serios desafíos para los productores. En los próximos meses será crucial encontrar un equilibrio entre garantizar el acceso asequible al aceite, mantener la rentabilidad del sector y estabilizar el mercado tanto en España como a nivel internacional.