Un hombre que busca una mujer fuerte, y una comensal que quiere ser sumisa
Con esta contradicción interesante se abría el telón para ver un capítulo más de First Dates, el cual tenía a Teresa y a Jorge como protagonistas. El terapeuta fue el primero que llegó al restaurante de Cuatro y venía con sus intenciones bastante claras. Conseguir una mujer con la cual conectar sentimental e intelectualmente, dejando de lado el físico.
“Yo vivo en la Tierra, soy la Tierra” decía el comensal que a su petición agregaba, “Me guio más por el sentimiento que por el físico. Me gusta que la mujer sea fuerte y no sea sumisa”. Lo realmente curioso es que Teresa quería ser todo lo contrario. “Me encanta que me empotren, me cojan del pelo, me estampen, ser toda una sumisa“.
Jorge resultó ser muy prejuicioso en First Dates, y el el color de cabello de Teresa no le cuadraba
En varias ocasiones, las actitudes, la forma en como saludan y las primeras palabras de una persona, hacen entrever como es la personalidad de esta. Para Jorge, descifrar el comportamiento de una mujer lo puede hacer mediante el color de cabello. En este caso, al ver a Teresa ha pensando que es una tonta pues es rubia.
“La única pega, aunque eso es superficial, es que es rubia. Normalmente las rubias no me cuadran en mi naturaleza, en mi vida. Es sinónimo, y lo siento por las rubias, pero es mi forma de pensar y lo que me he encontrado, rubia tonta me las he encontrado” sentenció el terapeuta que al conocer un poco más de ella, iría cambiando su concepto hacía la comensal.
Efectivamente Jorge no se dejó llevar por lo físico y su cita de First Dates con Teresa fue buena
Dejando de lado el color de cabello, ambos se sentaron para charlar sobre sus aficiones, gustos y demás datos relevantes. Ella manifestó “Me gusta hacer deporte, montar a caballo, escalar, hacer footing”. Luego le comentó uno de sus sueños, “me encantaría galopar en un caballo, en una playa, al amanecer”. Eso dio paso para hablar de un tema más candente.
“Me encanta que me estampen, me cojan del pelo, me empotren y a la que rebota me vuelvan a coger” dijo Teresa sin ningún tapujo. El terapeuta quedó sorprendido pero muy interesado en comprobar si lo que decía ella era cierto. De esta manera ambos accedieron a tener un segundo encuentro para conocer aspectos más íntimos de su vida.
