El deporte y el sexo, dos cosas que no pueden faltar en la vida de la jardinera
Es común que en la presentación de cada comensal, hable de lo que más le gusta hacer, en el caso de Teresa, esta comentó a las cámaras de First Dates que el deporte y el sexo no pueden faltar en su vida. “Me gusta hacer deporte, montar a caballo, escalar, hacer footing” comentó la jardinera madrileña de 56 años.
Uno de los objetivos de Teresa al venir al dating show, era conseguir un hombre que básicamente la empotrara y le cumpliera todas sus fantasías. “Me encanta que me estampen, me cojan del pelo, me empotren y a la que rebota me vuelvan a coger” dijo sin pudor la caliente comensal que ya empezaba a dar juego a su futura cita.
Hubo un detalle de Teresa que no gustó mucho a su cita de First Dates
Jorge llegó al restaurante del amor a cosneguir eso, el amor. El terapeuta comentó una visión particular acerca de la vida y la sociedad. “Algunos se creen dioses. Yo vivo en la Tierra, soy la Tierra”. En su primera impresión, el sevillano opinó positivamente de su cita, aunque hubo un detalle que no le agradó.
“Me gusta que tenga el pelo largo. La única pega, aunque eso es superficial, es que es rubia. Normalmente las rubias no me cuadran en mi naturaleza, en mi vida. Es sinónimo, y lo siento por las rubias, pero es mi forma de pensar y lo que me he encontrado, rubia tonta me las he encontrado” sentenció Jorge.
Las conversaciones picantes que les hicieron repetir cita afuera de First Dates
En un momento de la velada, ambos se pusieron a hablar de sexo y las cosas que más le gustan hacer en el acto sexual. Teresa tomó la iniciativa afirmando lo que ya había revelado ante las cámaras. “Me encanta que me estampen, me cojan del pelo, me empotren y a la que rebota me vuelvan a coger”. Jorge quedó con ganas de saber más.
“Me encantaría galopar en un caballo, en una playa, al amanecer” dijo Teresa a lo que el sevillano refutó. “Prefiero galopar a ser galopado”. Las picantes conversaciones dejaron a los comensales muy animados y con ganas de más, lo que les hizo decir que si tendrían una segunda cita para seguir conociendo el uno del otro, y hasta llegar a comprobarlo con hechos.
Mientras que a Teresa le encanta el sexo, a María le parece que es una enfermedad
Carlos Sobera ha incluido en su top a María como una de las comensales más extrañas y enigmáticas que han pasado en First Dates. Antes de que llegase su cita, el presentador del dating show quiso saber datos concretos en la vida de esta madrileña, pero debió contenerse de preguntar, pues se llevó una sorpresa en cada cosa que ella decía.
En primer lugar se considera una persona “liquidaria“, es decir, no come ningún solido sino solo se alimenta de líquidos. Por supuesto no come carnes ni ningún producto que venga de seres vivos. Según ella se nutre “de los aceites de la naturaleza”. Como dato curioso, dice que no tiene sexo desde hace varios años, pues afirma que es una enfermedad, curiosamente de dicha “enfermedad” nacemos todos.
El dato de María que causó horror al presentador de First Dates
Sobera quiso saber mucho más de la dieta estricta que debe llevar una “liquidaria”, algo que no debió preguntar. “Ayuno muchísimo. He sido vegana, crudivegana, … Para venir aquí no he comido nada” dijo la madrileña. Luego el presentador se aventuró a preguntar “¿Y de qué te alimentas?”. “De agua de coco, de mi propia orina. Lo llaman lopping” argumentó la comensal.
La cara del presentador vasco lo decía todo, pero trato de disimular su horror, aunque no sirvió de nada ya que María se dio cuenta. “Creo que mi familia me ve muy rarita. Tú imagínate soltarle esto a alguien que no está en el mismo rollo. Incluso creo que han creado un grupo de Facebook que se llama Brexit para que yo no les de tanta información de este tipo” sentenció la madrileña.
Rafa venía por una cosa en especial que María no puede darle, al final no hubo segunda cita en First Dates
Rafa fue la cita de María con la que congeniaron en el sentido amistoso pero nada más. Este valenciano lleva una vida con estilo similar a la madrileña. “Soy un poco notas por la manera de vestir que tengo: Llevo sombrero, los pantalones rotos, zapatos de colores…” En un punto de la velada, tocaron el tema sexual en el que la mujer explicó que no lo practica debido a que le parece una enfermedad y bueno, le argumentó el porqué.
Los dos comensales disfrutaron de una conversación diferente en la que expusieron sus puntos de vista, siempre basándose en el respeto. Sin embargo no encontraron esa química para tener una segunda cita. “Ninguno de los dos queremos una segunda cita porque él quiere sexo y yo no puedo dárselo, pero tenemos mucha química amistosa y sabemos que nos volveremos a ver”, sentenció María.
