El alicantino no dudó en vanagloriarse desde que Carlos Sobera le dijo que tenía cara de “pillín”. De ahí en adelante y hasta con su cita, el comensal se la paso´alardeando de sus dotes de galán.
Está bien que uno tenga un autoestima alto y la confianza al 100%, pero otra cosa es alardear de galán durante toda la cita, algo así como hizo Emilio en su llegada a First Dates. Desde que Carlos Sobera le dijo “Tú eres un poco pillín, ¿verdad?” el alicantino empezó con su concierto de halagos así mismo. “Es que soy muy fogoso con las chicas. De toda la vida se me ha dado muy bien ligar, incluso me he llegado a liar con varias lesbianas que nunca habían estado con chicos”.
El presentador de First Dates le seguía el juego echándo flores en su camino. “Tienes pinta de ser el típico hombre ‘ventanillo’. El típico ante el que van haciendo cola para poder entrar”. Eso fue como darle cuerda a un muñeco parlanchín. “No me puedo quejar del número de mujeres con las que he estado, pero es de tres cifras. Ya en el instituto empecé con un amigo a hacer una lista de las chicas a las que había besado porque todavía éramos vírgenes”.
Una vez ha visto a Sara entrar por las puertas de First Dates, Emilio le ha echado el ojo
Todo indica que Sara cumple con los requisitos de Emilio. “Me gustan las mujeres más bajitas que yo y que sean muy fogosas porque cuando estoy en pareja, en la calle la tendré en un pedestal, pero en casa seré el más guarro de todos” dijo él. Sn embargo, la comensal fue clara desde el principio, señalando que es una chica muy exclusiva.
“soy muy exclusiva con los chicos porque mi satisfyer se lo pone muy difícil a los hombres. Además, no me gusta el guarreo que hay ahora“. Esto fue tomado como punto negativo para el alicantino que al igual siguió insistiendo. “Busco una señora en la calle y una perra en la cama”. La cara de la madrileña lo decía todo.
Al parecer Sara no hará parte de la larga lista de enamoradas de Emilio, pero si se llevó unas buenas calabazas en First Dates
Desde que la chica se negó a darle un beso a Emilio en el Rasca del amor, el alicantino supo que las cosas estaban más que difíciles. Aún así, el comensal no se rendía y quería a toda costa que Sara entrara a su larga lista de enamoradas. Al parecer la mujer será una de las pocas que no pruebe las mieles del amor con el “galán de Alicante”.
La decisión final ya estaba tomada desde el principio, al menos para Emilio, quien quedó fascinado con ella desde que la vio. Sin embargo, Sara le dio calabazas de manera épica. “Me he sentido bien en la cena, pero como amor no lo veo. Vives lejos, físicamente no eres mi tipo y no he sentido esa chispa de mirar a alguien a los ojos y saber que es la persona adecuada” sentenció la madrileña.