La mujer reconoció que entre más edad tiene, más candente se pone
Desde el desayuno se sabe como será la comida, así pasó en la cita de hoy en First Dates que protagonizó Susana y Manuel. La barrendera mencionó desde inicio que el tema erótico es algo fundamental en su vida. “Para mí el sexo es muy importante. No solo uno por la mañana o por la noche, donde te pille porque soy morbosa: En el AVE, en parques… me falta encima de un caballo” dijo la comensal.
La mujer de 44 años también comentó que es muy activa en las redes sociales. “Soy más salada que el chocho de la sirenita. Hago TikTok y soy muy payasa. He llegado a tener muchos seguidores, pero me quitan las cuentas”. Fue el turno para Manuel, un hombre un tanto pesimista. “En el amor siempre me ha ido fatal, pero estoy abierto a lo que sea. Creo que llevo tanto tiempo buscando pareja que pensé que si no me la encontraban en First dates, no me la encontrarían en ningún lado”.
Manuel no era lo que esperaba Susana en First Dates y en temas de política ni hablar
Nada más al verle, Susana comentó la estatura del hombre. “Muy pequeño, me da miedo romperle. A mí me gustan los hombres que me manejen. A él lo manejaría yo”. Pero lo pero estaba por venir cuando la comensal se adentró en temas políticos. “Mi familia siempre ha sido de derechas, muy de extrema derecha, mi abuelo era Guardia Real de Franco” comentó Susana.
Como si no fuese poco la declaración de derechas, la mujer continuó contando acerca de su ideología. “En mi casa han sido muy franquistas, mi madre y mis tíos han mamado lo del Cara al sol y a mí me ha llamado siempre la atención”. Manuel la frenó en seco con un “yo soy abertzale, de extrema izquierda”.
Sus ideologías no evitaron que hubiese un beso apasionado en First Dates
“Una cosa no quita la otra. Tú eres de Vox, ¿No?” dijo él, mientras que en cámara comentó todo lo contrario. “No puedo estar con ella por su ideología”. Ya en el privado y en uno de esos típicos juegos de seducción, ambos accedieron a darse un beso apasionado y con el que ella pensó que ya había cerrado el trato.
La comensal estaba confiada de que él aceptaría una segunda cita, así que ella respondió primero con un si. “Le veo muy de mi rollo, tendría una segunda cita con él porque hay que conocerse, en una hora no se sabe”. Sin embargo, Manuel la bajaría de la nube y respondería. “No volvería a quedar con ella porque chocamos en muchas cosas”. Una vez más la cita se arruinó por la política.