La chica quedó impresionada con lo que el comensal le contó y por poco sale corriendo del restaurante
Todas las maneras de pensar son muy distintas y en ocasiones chocantes, como las visiones de Susana y Ángel que hicieron parte de ese porcentaje de citas fallidas en First Dates. Desde el vamos, ambos comensales se dieron cuenta que no había esa chispa, pero aún así se aventuraron en la mesa para averiguar si había posibilidades.
Ángel vio que a medida que avanzaba la velada, todo se iba derrumbando, por ello acudió al material de emergencia y se fue a lo último, lo sexual. El chico le contó a su cita que era muy bueno en la cama y que entre sus talentos estaba “meter mucha energía, mucho deseo y lamer la tapa del yogur“. El hombre esperaba un cumplido o al menos una risa pícara de Susana. Lo cierto es que recibió un incomodo silencio.
Ángel trataba de salvar la cita en First Dates, pero cada vez que hablaba con Susana se hundía más
El comensal creía que su cita iba como un barco navegando y surcando majestuosamente el océano. Lo cierto es que dicha barca se iba hundiendo comp el Titanic cada vez que el hombre hablaba. Susana supo desde el minuto 0 que no había esperanzas y lo corroboró en la mesa. La chica no parecía cómoda con lo que Ángel le decía, pero aún así puso atención.
El con tatuajes en su cuello, siguió con su estrategia de conversación sexual, y confesó que le gustan las relaciones abiertas. Luego describió que uno de sus fetiches es que su pareja lo vea mientras tiene sexo con otra. “En una segunda cita, te llevaría a un restaurante con intercambio de pareja, pero solo para que mires”. declaró el fresco comensal.
Ni con el cambio de conversación, la cita entre Susana y Ángel se salvó en First Dates
Demasiada información, eso fue lo que pensó Susana que no hallaba el momento para decirle “¡Basta!, cambiemos de tema”. Sobera que observaba con atención lo que pasaba en la mesa, se acercó para calmar los ánimos y tuvo que interceder para darles un tema de conversación más ameno y no tan directo como el sexual.
El deporte fue el tema con el que Sobera esperaba que la cita tuviese futuro, pero nuevamente se inclinó al fracaso. Al chico le gustan los deportes de contacto, y las artes marciales. Susana discrepó de ello, ya que a ella le gustan las actividades físicas más tranquilas como salir a trotar al aire libre. Como era de esperarse, la decisión final fue compartida y ambos quedaron como amigos.