El programa de citas hizo que presenciemos una de las veladas más surrealistas del programa con él como protagonista
Una vez más los comentarios de los participantes de First Dates no dejan indiferente a nadie. Es lo que vimos con la cita que tuvieron Sergio y Maddie, y por lo que vimos en el final de la misma, sobre todo,s e ha convertido en una de esas históricas del programa. Y no es para menos.
Comenzamos con nuestro protagonista indiscutible, Sergio, donde su encuentro en First Dates comenzó muy bien y ambos creían que tenían cosas en común, pero algunos comentarios hicieron que la cita fuese un auténtico desastre. Y es que fruto de su carácter repelente, Sergio empezó con fuerza el programa y ni saludó al presentador, Carlos Sobera.
La actitud de Sergio hacía presenciar que la cita de First Dates iba a ser de alto voltaje
Donde fue directo a la barra para conocer a su cita. Sobera preguntó al madrileño a ver si ligaba mucho, a lo que Sergio respondió con seguridad y entre risas “Si, soy un rompecorazones, incluso un poco cabrón. En 324 mujeres perdí la cuenta de las chicas con las que he estado, soy un empotrador”, afirmaba sin ningún pudor.
Maddie, por su parte, se presentó diciendo que “soy muy ardiente y fogosa, me gusta me gusta jugar y hacer cosas nuevas”. El presentador le preguntó por qué había fracasado en sus dos anteriores visitas. “Creo que no estaban a mi altura”. Y es que la rumana sólo buscaba un hombre “que sea educado, que me trate bien y que tenga dinero. Porque a mis los hombres me invitan a cenar en sitios de 100 o 200 euros por persona”.
Pero si había algo que tenían en común, era su amor por el dinero: “Soy ambicioso y me encanta el dinero”. Ella, a modo de respuesta, le pidió que le enseñara el reloj, y se quedó conforme al ver que llevaba un Rolex. Para el postre, ambos acudieron al privado, pero la obsesión de la rumana por los selfies empezó a desquiciar a Sergio.
La obsesión de Maddie por los selfies desquició a Sergio
Pero la gota que colmó el vaso fue cuando les llevaron la cuenta. “No te hagas la boba, pagamos a pachas. La primera cita siempre a medias”, comentó el madrileño. A lo que ella contestó que “me ha parecido muy cutre su reacción”. Al final, pagó él, no quiso tener otra cita, como dejó claro.
“No me ha gustado que estés pendiente de tu pelo, de tu cara, de tus labios… de tu físico todo el tiempo”. Al mismo tiempo, y después de un final muy sonrojante, al menos para ella, Maddie también decidió darle caña, para sorpresa de Sergio, que resultó con mal gesto: “Me parece el típico chulo de barrio, no estás a mi altura”.