El comensal acudió al programa pero su encuentro le jugó una mala pasada y su mojito pasó de ser bebible a comestible
First Dates nos volvió a presnetar una cena muy curiosa entre sus comensales, principalmente con uno de sus protagonistas, que hizo las delicias de los espectadores en un programa que resultó de lo más ameno, tmbién, por su parte, gracias a él. Hablamos de Pedro, que acudió a First Dates y se encontró con Pilar.
Él, Pedro, es un jubilado alicantino de 75 años que ya había cenado hace unos meses en First Dates, y que ahora lo volvía a intentar para encontrar el amor, a la segunda. A su llegada aseguró ser una persona muy coqueta y presumida en busca de una mujer que sea tan amante del baile y de la fiesta como él.
Pedro se encontró con Pilar
Carlos Sobera, por su parte, le dejó llamar por teléfono a tres mujeres distintas que estaban en otra sala del plató, y él eligió a una por su voz tras una conversación muy breve. Es una nueva variante que el programa de citas ha incorporado para algunos comensales, en el caso de Pedro por acudir por segunda vez al restaurante.
La seleccionada fue Inma, una jubilada valenciana de 72 años de origen africano. Se sentaron a cenar y la conversación fue correcta, pero se notaba que no había demasiada chispa entre ellos. Entre tanto, inma buscó saber algo más de lo que era Pedro, algún dato más personal, que pudiese hacer algo más relevante la cena.
“¿Y tú qué pensión tienes?”, le dijo ella, “¿de cuánto es?”. Él quiso pasar ese tema por encima, contestando que tiene “para vivir”, pero Inma insistió: ¿Pero tendrás unos ahorrillos, no?”, preguntó de nuevo, a lo que él, sonriente, asentió, pero como queriendo pasar por encima de su pregunta, que tampoco le pareció lo más adecuada.
El mojito fue el momento estrella de la noche en First Dates
Mientras tanto, en uno de esos momentos de charlas, apareció el momento estrella de la noche (para la audiencia, claro está). Y es que Pedro, que se mostraba un tanto nervioso a pesar de que era su segunda vez en el programa de citas, mostró un lado bastante curioso (y gracioso) con su mojito.
Y es que, al tiempo que Inma hablaba, él quería seguirle la conversación pero se tomó demasiado a pecho el hielo de los mojitos, por lo que, en una de esas, Pedro empezó a tomarse, literalmente, la bebida, comiéndose la hierbabuena como si tal cosa, algo que causó un momento de lo más divertido, incluso a la propia comensal, Pilar.