Los concursantes han vuelto a conseguir un número muy alto de aciertos
Orestes y Rafa llevan una semana compitiendo a un nivel muy alto en Pasapalabra. De hecho, en la tarde del miércoles Orestes se quedó a tan solo un acierto de conseguir el bote. Por su parte, Rafa también se quedó muy cerca, pues cerró su participación con 23 aciertos y sin errores. Y en la tarde de ayer la situación fue algo similar, pues un acierto fue lo que separó a ambos concursantes.
Rafa fue quien se llevó la victoria, aunque no sin polémica. Algo que es prácticamente imposible, pues sea cual sea el resultado y como se haya dado, los espectadores explotan a través de las redes sociales. Y en esta ocasión una minoría ha explotado por algo que sucedió la pasada semana en Pasapalabra.
La victoria ajustada de Rafa en el rosco
Tal y como pudimos ver en la tarde de ayer, la igualdad fue la tónica dominante en el duelo de los dos concursantes. Dos concursantes que llegaron a los segundos finales del rosco empatados a aciertos. El primero que tiró la toalla fue Orestes, quien se plantó con 22 aciertos y sin cometer ningún fallo.
Todo parecía destinado al empate, pues Rafa se encontraba en la misma situación. Sin embargo, y pese a lo sucedido la pasada semana, decidió arriesgar, poniendo en riesgo el empate. La jugada no le salió mal, pues consiguió superar a Orestes por un acierto más. Sin embargo, desaprovechó la oportunidad de devolverle el favor.
Rafa, atacado de nuevo en Pasapalabra
Como recordamos, la pasada semana Orestes no tenía opciones de llevarse el bote y tenía la victoria asegurada. Sin embargo, intentó conseguir un acierto más por necesidad y acabó fallando. Algo que provocó que ambos concursantes empataran, evitando así Rafa la silla azul.
En la tarde de ayer ocurrió algo similar, pero Rafa no quiso plantarse y acabó llevándose la victoria. Algo que los espectadores le han recriminado, pues consideraban que debería haberse plantado en 22 aciertos y devolverle el favor a su compañero. Sea como fuere, Orestes cerrará la semana en Pasapalabra enfrentándose a la temida silla azul, donde pondrá en riesgo su continuidad.