Dando en el punto los animadores han ejecutado una campaña que ha sido elevada para matizar en la expectativa
Mediaset suele salir del anonimato con la expectativa a sus nuevas producciones utilizando una serie de estrategias que son muchas veces muy bien valoradas por la crítica. En este caso han usado a los presentadores de la nueva versión de Secret Story 2, para ir destapando los personajes que compondrán el programa.
Carlos Sobera y Sandra Barneda se han sometido a este tipo de prácticas, en donde les han entregado unas pistas y ellos tienen que destapar el incógnito. De ahí que haya salido a la luz, sobre todo porque en esta ocasión no se trata de ningún personaje famoso; son personas del común.
La promoción de Secret Story 2 se ha llevado todos los elogios y ha despertado la expectativa en los consumidores
Todo ha iniciado cuando en el set han aparecido dos pistas, cada una con un elemento que se supone le van a dar moldura al personaje según sea el caso. Un libro y un reloj, y luego otras dos de la que se han destacado en resolver. Una moneda de 100 pesetas y una mochila. Lo que ha servido para describir a alguien que le sobra la pasta.
No porque la moneda represente eso, sino porque con seguridad estás reliquias están sobrevaloradas y eso significa poder. Con expectativa fueron soltando cada una de las sorpresas, e incluso una vez Barneda tuvo que entrar en dinámica se vio. Ella tuvo que interpretar otros personajes y se notó.
Los ejemplos seguían cayendo, y desde luego las interpretaciones estaban al caer
A medida que pasaba el tiempo y pasaban las pistas el grado de complejidad se iba estirando. Por ejemplo: una mano apoyada sobre otra mano que tiene una pulsera con una moneda, a lo que ha salido la interpretación de ser una persona que adivina todos los secretos. ¿Quién?, existen muchas posibilidades pero es así como quieren jugar con las herramientas.
La otra fue un sombrero al que le cuelgan unas cadenas, que a Barneda le ha causado mucha intriga. De inmediato lo ha encausado como alguien creativo, alguien al que no le importa lo que digan los demás. De hecho ha manifestado que sería alguien a quién recibiría bien. Así ha sucedido todo.
