La mallorquina nos demuestra que la edad no es impedimento para llevar una vida sexual activa
Muchos tienen en su imaginario que las personas más veteranas llevan una vida sexual pasiva, pero Petra está dispuesta a comprobar en First Dates que eso no es cierto. Esta mallorquina de 63 años no le da pena admitir que aún con sus 6 décadas de edad, quiere continuar su ritmo sexual a tope, y por eso viene buscando en el dating show a un empotrador.
La auxiliar de enfermería se presentó como “una persona de carácter fuerte. A la vez soy muy pacifista, aunque no me toques las narices que me encuentras”. Luego de eso, por las puertas del restaurante de Cuatro entró Pedro, también de Mallorca aunque si profesión es la de escultor y pintor. El hombre de 67 años dejó en claro que viene buscando una amistad y nada más.
La cita de Petra y Pedro en First Dates no pudo empezar peor
Petra conoció los intereses de su cita y la verdad que no compartió para nada ese pensamiento. Y es que el mallorquín dijo en su presentación “La verdad es que quisiera encontrar una relación de amistad que fuera bonita, que en un momento dado pudiera ir a tu casa, ver una película después, hacer un arrocito en el campo,… tener afinidades en el cine, la música, la playa, un paseo… convivir al fin y al cabo”.
La verdad la comensal estaba algo ofuscada puesto que creyó que estaba cenando con un amigo e incluso con un hermano. “Está buscando a un tipo de persona que me recuerda más a un hermano que a una pareja. Yo esta relación ya la he vivido durante muchos años, y yo ya tengo hermanos. No necesito más hermanos. Quiero un hombre que me haga sentir, como persona y como mujer. Que me haga sentir” sentenció algo molesta la auxiliar de enfermería.
Un final bastante inesperado tuvimos en este capítulo de First Dates
Con Pedro en un canal y Petra en otro, sabíamos que el final no iba a ser bueno para ambos. La mujer venía con unas intenciones claras mientras que el pintor solo venía buscando una amistad. De entrada ya no compartían el mismo objetivo por lo que tendrían solo esa noche para conocerse y ya.
Lo más sorprendente de todo es que ambos dijeron sí a una segunda cita, y eso vino con el discurso del mallorquín a la hora que le preguntaron sobre el sexo. “Soy un hombre sexual y no tendría ningún inconveniente en tener relaciones sexuales con ella”. Parece que esto fue lo que animó a Petra, que vio una luz de esperanza y decidió seguirla.
Amelie se parece mucho a Petra y ya verán porque
No bebe alcohol, no le gusta la comida rápida, no sale de fiesta, etc, así se presentaba Enrique en First Dates al ver a Amelie. El dating show le cumplió al bilbaíno puesto que este le gustan las mujeres morenas, de color o mulatas. En cuanto a su personalidad, dice que es tan tranquilo que “me gusta bañarme en pelotas en un río yo solo, es de lo mejor que me puede pasar en la vida”.
Como lo adelantamos ya, a Enrique le gustan las chicas mulatas, aunque si le ponen al frente una rubia o pelirroja no va a decir que no. Pues hoy será su día de suerte ya que Carlos Sobera le presentaba a una latina exactamente de Republica Dominicana que decidió visitar el restaurante de Cuatro para por fin hallar al hombre que le aguante su voltaje.
Amelie espera que Enrique no sea otro más de su negra lista en First Dates
La dominicana confesó que en su llegada a España ha tenido un problema recurrente con los hombres ibéricos. Dice que le gustan mucho físicamente, son guapos, cariñosos, etc, pero no aguantan mucho en la cama. Incluso llegó a comentar que algunos no lo saben hacer. “A algunos que saben que no son buenos en la cama, pero le ponen ganas y lo hacen bien”.
En cuanto al ritmo, Amelie se refiere a que ella tiene una vida sexual muy activa y que necesita hacerlo varias veces al día. “Yo soy de 5 o 6 al día y no me siguen el ritmo”. Enrique contestó rápidamente y dijo que él era el indicado y que no buscase más. Vamos a ver si la cita acaba bien para que el bilbaíno le demuestre cuantos pares son dos moscas.
El detalle al final de la cita en First Dates que molestó a Amelie y no permitió poner a prueba a Enrique
Todo iba bien hasta que el vasco mencionó que le gustan las mujeres de tono de piel moreno. Él como forma cariñosa le llamó a ella mulata, y eso enfadó bastante a Amelie. Y es que la dominicana se considera “una chica negra, morena”, aunque el hombre corrigió y dijo que no lo dijo con malas intenciones.
Enrique quería enmendar su error y dijo que tal vez le gustase que la llamaran “morenita” pero eso terminó de enfadarla aún más. Por este detalle que ella considera grave, no quiso tener una segunda cita con el bilbaíno, aunque él seguía pidiendo disculpas. Quizás a la mujer no le gustó físicamente el vasco y utilizó esto de excusa para librarse de él.
