La efusividad del sevillano con algunos atributos de su cita, le pasó factura al final de la velada, aunque el soltero reveló que no quería lastimar a la mujer, pues es todo un casanovas.
Desde que entró hasta que salió del restaurante de First Dates, Miguel nunca negó que es todo un casanovas y un rompecorazones. Aún a sus 55 años de edad, este sevillano manifiesta que sigue enamorando a muchachitas, y comenta que su mejor rasgo físico, es el cabello. “Tengo más de 100€ en productos y luego voy al gimnasio y le doy un baño de vapor”.
Debido a su condición de “galán” Miguel confesó que viene a First Dates buscando una relación casual, pero nada comprometedor. Más bien para “pegarse un revolcón”. En ese momento ha llegado Loli, una malagueña de 53 años, que también se preocupa por su aspecto físico, aunque el comensal comentó ante las cámaras, que parecía de 60. Lo cierto es que la cita no empezó muy bien.
A pesar de no gustarle físicamente Loli, Miguel le pareció interesante su cita en First Dates
El sevillano aceptó que físicamente no era lo que esperaba, pero en el momento de conocer detalles de la mujer, la cosa cambió. Por ejemplo, le gustó el hecho de que Loli sea muy activa en cuanto a la actividades físicas como pasear por la playa, nadar y montar en moto. El comensal le reveló que su principal pasatiempo es cuidar de su belleza. “Por las mañanas mi zumo de naranja y mis galletas de horno” dijo él.
Después de conocer los hobbies de cada uno, hablaron del tema sentimental donde ninguno tenía hijos ni se había casado. Pero eso si, el hombre ha estado con infinidad de mujeres (cuenta él). “He hecho llorar a chicas con poesías”. Loli lo miraba con algo de duda, pero la verdad es que Miguel hablaba con mucha seguridad.
Los atributos de Loli enloquecen a Miguel en el privado de First Dates
Ante las cámaras y sin la mujer presente, el andaluz comentó que aunque no le haya gustado mucho el físico de ella, no le importaría tener una noche de revolcón. Todo por los grandes pechos que tenía la malagueña. “Tienes unos buenos globos, esos globos que tienes son guapos, tía” dijo con algo de morbo el comensal, algo que desagradó completamente a la comensal.
El desafortunado comentario de Miguel fue el pretexto perfecto para que Loli le diera el no en la decisión final. Algo que tomó con tranquilidad el sevillano, pues dijo que de todas maneras no quería romper el corazón de la malagueña, puesto que le había parecido una mujer encantadora. Acto seguido, se despidieron y regresaron a casa con las manos vacías.
