La velada empezó bien pero se fue derritiendo a medida que la actitud desinteresada de la chica se iba mostrando. Una situación bastante incómoda que terminó de eclosionar en el privado.
La primera impresión de Medha e Imad en la barra de First Dates fue positiva pero a medida que la cita avanzaba se iba yendo por la borda. Quien llegó primero al dating show fue la chica de 25 años que comentó que aunque su país de origen es La India, se siente más española que la paella. Ella vive en Zaragoza y trabaja en una empresa de comunicación.
En su presentación aseguró que ”Creo que nunca he estado enamorada” y la intención era sentirse así en el día de hoy. Lo cierto es que Imad parecía moverle el piso pero a medida que pasaba el tiempo su decepción se hizo grande. Aunque para él, su cita también le pareció bien físicamente. ”Su outfit me ha gustado, me gustan que vayan arregladitas”.
Imad sintió que su cita era muy seria aunque Medha decía todo lo contrario en First Dates
Una de las primera impresiones de él con respecto a ella, es que le pareció una mujer muy seria, aunque ella soltó que no era así. ‘Puedo parecer un poco más borde”. Para comprobar si realmente su cita era así, el hombre de origen marroquí dijo. ”¿Sabes como seduzco yo? Suelto muchas bromitas. Y entre broma y broma, la verdad asoma”.
Las cosas en la mesa no mejoraban pues ella le decía a él que no había tenido buenas experiencias en el ámbito sentimental y él afirmaba que no creía en el amor. Estaba claro que sus intenciones iban en contravía, una situación que no terminaban de encajar en la velada y un ambiente que se iba a poner más tenso en el privado del restaurante.
Bajo ninguna circunstancia Medha se dejó besar de Imad en el reservado de First Dates
Está comprobado que el Rasca del amor ha ayudado a desenredar citas para que tengan un final feliz. En la de Medha e Imad fue la excepción, ya que en vez de mejorarla, la emporó toda. Y es que en una de esas, el chico sacó un papelito que decía que tenía que besar a la chica. La india escuchó el reto y soltó. ”No me vas a dar ningún beso, ya te lo digo yo”.
Lo bueno es que él también estaba de acuerdo ya que no llegó a sentir nada por ella. ”Yo me quedo con un sabor así agridulce”. En lo otro que igualmente coincidieron fue en la decisión final, donde ninguno de los dos estaba dispuesto a tener otra cita. Ambos agradecieron el rato de compañía y se desearon buena suerte en el amor.
