La comensal se mostró ansiosa por el curioso régimen alimenticio ¿Estamos hablando de comida verdad?
Algunos televidentes se preguntaban si el suceso que pasó recientemente en First Dates ya había pasado antes o era la primera vez, puesto que Mayra y Carlos. Los dos comensales que decidieron acudir al restaurante de Cuatro para encontrar el amor, resultaron siendo viejos amigos de hace muchos años.
El curioso momento fue presenciado por Carlos Sobera y por todos en el restaurante. Y es que la mujer apenas vio a Carlos sentado en la barra le reconoció de inmediato y su saludo fue tan efusivo. Que la cara de todos fue de extrañeza absoluta. “No me lo puedo creer…” exclamó con gran sorpresa la empresaria de 31 años.
La cita entre Mayra y Carlos en First Dates resultó siendo una reunión de dos viejos amigos
Al ver la gran reacción de los comensales y su saludo como de dos personas muy conocidas. Sobera no dudo en preguntar, “¿Os conocéis?” A lo que la valenciana respondió “Sí, claro que nos conocemos. Si somos de Súper Valencia los dos, “Conocí a Carlos trabajando en el noche. Salíamos de fiesta juntos y nos encontrábamos en los mismos locales”.
Sin embargo la reunión de los dos amigos empezó mal ya que Mayra expresó algo de molestia. “¿En serio? ¿me van a traer a un amigo que conozco ya?” luego añadió. “Va a ser complicado porque son muchos años desde que nos conocemos y nunca ha pasado nada, pero bueno…” A pesar del tropiezo, la cita fue avanzando y empezó a tornarse muy agradable para ambos.
Carlos le pregunta a Mayra si aún sigue practicando la dieta del cucurucho ya que se percató de su poco apetito en First Dates
Luego de superar la situación y seguir con la cita, ambos comensales empezaron a intercambiar anécdotas y sucesos de cuando salían. La mujer se mostró con poco apetito por lo que despertó la curiosidad de Carlos. ¿Estas a dieta? preguntó el comensal a lo que Mayra contesto. “Sí, estoy a dieta”, y en ese momento llegó la pregunta reina. “¿La del cucurucho?”. Y ella le respondió: “Sí, jajaja, ojala”.
Al tratarse de dos personas que se conocían de antes, no fue difícil volver a conectar. Y aunque durante varios años se vieron con ojos amistosos, algo en la cena había cambiado en ellos. Y parecía que había iniciativa para avanzar con otras intenciones, pues la respuesta para la segunda cita fue positiva por ambas partes.