Polémicas y estrategia de programación afectan negativamente a MasterChef 12 en TVE
MasterChef 12 ha alcanzado su peor registro de audiencia en sus 12 ediciones y 11 años de emisión en TVE. La estrategia de emitir dos galas por semana, los lunes y los miércoles, no ha dado los resultados esperados. El programa culinario cayó a un mínimo histórico, con una audiencia media de 691.000 espectadores y un 9,6% de share, igualando su peor dato registrado el 23 de abril de 2019.
El descenso de audiencia fue notable en comparación con la semana anterior, cuando una película emitida en el mismo horario captó a 800.000 espectadores. La gala del miércoles perdió 247.000 espectadores en relación con la del lunes, que había logrado un 13,9% de share con 938.000 televidentes.
Polémicas y mala programación
La caída de MasterChef no solo se debe a una mala programación, sino también a una serie de polémicas que han afectado negativamente su imagen y han alejado a la audiencia. La duodécima edición está registrando datos preocupantes, con un promedio de 12,7% de share y 911.000 espectadores, lo que la convierte en la menos vista de todas las ediciones hasta la fecha. Estas polémicas, junto con la saturación de episodios semanales, parecen haber contribuido al declive en la audiencia.
Entre las controversias más destacadas se encuentran acusaciones de favoritismo y decisiones de jueces que han sido cuestionadas por los espectadores, generando descontento y desconfianza. Además, el cambio constante en la programación ha desorientado a los televidentes, haciendo difícil seguir el ritmo del programa y provocando una disminución en la fidelidad de la audiencia.
Incertidumbre ante MasterChef Celebrity
Además, la preocupación aumenta con la próxima edición de MasterChef Celebrity, que será la más costosa de la historia del programa. Según el Portal de Transparencia de RTVE, el presupuesto asciende a 9.306.599,69 euros, lo que supone un coste de 775.500 euros por gala. Los jueces, por su parte, recibirán unos 120.000 euros por toda la novena edición del formato Celebrity.
Esta inversión significativa pone en duda si el programa podrá recuperar su audiencia y justificar los altos costes asociados. La gran inversión también genera expectativas muy altas, lo que podría aumentar la presión sobre la producción para obtener resultados positivos. Si la audiencia no responde favorablemente, podría resultar en una mayor crítica hacia la gestión financiera del programa y afectar futuras decisiones sobre su continuidad y formato.