El avance de la nueva edición nos ha dejado claro que el juez será muy exigente con los aspirantes
La décima edición de Masterchef está a la vuelta de la esquina y Jordi Cruz elevará aún más su nivel de exigencia. Un nivel de exigencia que aumenta edición tras edición, pues entiende que los nuevos aspirantes deben llegar al talent culinario mucho más preparados que los anteriores.
Lo cierto es que razón no le falta a Jordi Cruz, pues tras nueve temporadas hemos notado una gran diferencia del nivel en cocinas. Todo a pesar de que el formato cada vez vaya menos de cocina y sea más un show, con las relaciones de los aspirantes como protagonistas.
Jordi Cruz eleva el nivel de exigencia en Masterchef 10
Gracias al primer avance mostrado por el talent culinario hemos conocido por las palabras de Jordi Cruz que esta temporada se busca a un ‘Super Masterchef’. Pero no solo eso, sino que el reconocido chef ha asegurado que tras diez ediciones no se pueden cometer errores.
De este modo, y aunque hace ya varias ediciones que Jordi Cruz dejó de ser el juez duro y severo con los aspirantes, su nivel de exigencia seguirá aumentando. Es por eso que no permitirá grandes fallos en cocina y los aspirantes tendrán que dejarlo todo para llegar lejos.
Jordi Cruz no podrá contener las lágrimas en Masterchef
Pero, por el lado opuesto, también veremos al lado más tierno de Jordi Cruz. Lejos de esa figura que lo señala como un tipo duro, el chef ha conectado personalmente con los aspirantes y sus historias en cocina en las últimas ediciones. Y esta décima edición no será una excepción.
Tanto que, gracias a unas declaraciones de Samantha Vallejo-Nágera, hemos conocido que Jordi Cruz será incapaz de contener las lágrimas esta temporada. Algo que ya ocurrió con la anterior, cuando también vimos al reconocido chef llorar en el plató de Masterchef.
