Marta, con expectativas altas y prejuicios claros, se encuentra con Alejandro, un joven madrileño que no se deja intimidar en ‘First Dates’
Marta y Alejandro, dos jóvenes en busca del amor, decidieron probar suerte en ‘First Dates‘, el famoso programa de citas a ciegas. La experiencia, lejos de ser lo que Marta esperaba, terminó siendo un reflejo de los prejuicios y las sorpresas que pueden surgir en el camino hacia el amor. Marta, granadina de 21 años y empleada en hostelería, buscaba sinceridad y alejarse de experiencias pasadas dolorosas.
Alejandro, por su parte, llegó al restaurante con una actitud abierta y dispuesto a mostrar su verdadero yo. A sus 26 años, el madrileño trabaja en organización de eventos y está acostumbrado a que lo juzguen por su apariencia. “Puedo parecer una cosa, pero soy superbueno”, aseguró, desmontando prejuicios desde el principio.
Marta y Alejandro en ‘First Dates’: Un encuentro entre la desconfianza y la autenticidad
La cita comenzó con buen pie, pero pronto comenzaron a surgir las dudas. Marta, influenciada por su experiencia anterior, no podía evitar comparar a Alejandro con su ex. A pesar de los esfuerzos de Alejandro por mostrarse tal como es, Marta no conseguía deshacerse de sus prejuicios y sentía que Alejandro tenía “un poquillo de pluma”, algo que, para ella, era un punto en contra.
Frente a las cámaras, Marta no dudó en compartir sus impresiones, aunque no eran del todo positivas. “Me has recordado a mi último rollo porque te he visto muy blandillo”, le confesó a Alejandro, dejando claro que sus prejuicios estaban influyendo en su percepción de la cita. Alejandro, sin embargo, no se dejó amedrentar y respondió con seguridad y sin perder la compostura.
Un ‘zasca’ para el recuerdo: Alejandro no se deja intimidar por los prejuicios de Marta
“Bueno, pero yo no te pondría los cuernos con un tío”, fue la respuesta de Alejandro, un comentario directo y sincero que dejó a Marta sin palabras. Esta respuesta, según los seguidores del programa, ya ha pasado a la historia de ‘First Dates’ como uno de los ‘zascas’ más memorables.
Alejandro demostró que no es necesario encajar en los estereotipos para encontrar el amor y que la sinceridad y la autenticidad son valores que deben primar en cualquier relación. Marta, por su parte, se llevó una lección sobre los peligros de los prejuicios y la importancia de dar a cada persona la oportunidad de mostrarse tal como es.