A la madrileña no le importó que fuese su primera cita para lanzar una serie de confesiones que para el criterio de cualquiera, podría resultar escandaloso, pero por fortuna el chico le parecieron normales.
A veces la naturalidad de una persona puede chocar con la personalidad de otras, pero Marta dio con un chico bastante sencillo en First Dates. Y es que en ocasiones la gente suele confundir sencillez con alguien básico y José Manuel no era para nada así. De hecho cuando la madrileña lo vio entrar no dudó en exclamar que le había parecido muy guapo.
“Es como un oso de peluche, muy achuchable” dijo Marta. Lamentablemente el chico no tenía la misma opinión. “No es una chica que diga ‘wow’, pero vamos a conocerla”. Lo cierto es que en el transcurso de la velada, las cosas fueron mejorando, y José Manuel empezaba a ver a la chica con otros ojos. Todo indicaba que la velada saldría de mil maravillas, hasta que a la madrileña le dio por confesar una cosilla.
Marta confiesa que es “una cerda” y el público en First Dates queda mudo
Ambos comensales pidieron espaguetis, pero la chica confesó que pidió dicho platillo para impresionar a su cita. “No sé si voy a saber comerme esto”. Ante la risa del chico, vino la otra confesión de la mujer. “Yo es que soy muy cerda comiendo, ¿sabes?” En vez de quedar impresionado, José Manuel la apoyó, “Y yo” dijo él.
Marta seguía con su seguidilla de confesiones. “Yo es que no sé comer fino”. Pero en vez de ser juzgada por su cita, este antes la apoyaba. “Ni yo tampoco tranquila”. La mujer se sintió tan cómoda y en confianza que le dijo. “Si no me he pedido una hamburguesa porque esto iba a ser lamentable”. En ese momento fue cuando el madrileño se percató de la naturalidad de su cita, y quedó prendado de ella.
José Manuel también ha sido natural pero por poco y daña su cita en First Dates
Como vieron que estaba en confianza, José Manuel también aprovechó para ser sincero y mostrarse tal y como es en las relaciones. Por ejemplo, le comentó a la chica que venía de una relación de 5 años, en la que convivió con la mujer desde los 5 meses. A Marta le pareció que el madrileño era muy apresurado en las relaciones y alcanzó a espantarse.
El comensal llevaba 2 años soltero, tiempo que se le hizo muy corto a Marta, pues ella llevaba 9 años en el valle de los solteros. A José Manuel le interesaba saber que opinión tenía la chica de él, y efectivamente se la dijo. “bien, eres guapo”. Esto fue como un cliché para que el madrileño le diera el sí a una segunda cita al igual que ella. “vamos a fluir” sentenció el chico.