La comensal comenta que vino al dating show con aprobación de su marido
Casos como el de Marisol poco pasan en First Dates. Es cierto que se han visto varias citas en donde las personas buscan relaciones abiertas, pero no como lo pretende la mujer casada. Ella le comentó a Sobera que lleva 24 años de matrimonio muy felices, pero entonces las interrogantes se acrecentaban.
Marisol le siguió explicando al presentador que llegó a un acuerdo con su esposo para que cada uno consiguiera una relación por su lado y disfrutaran de cosas nuevas. “Mi idea es abrir la relación pero no sabemos lo que puede pasar” dijo emocionada la sevillana esperando su cita en el dating show.
Una sorpresa desagradable para Marisol en su cita de hoy en First Dates
La sevillana esperaba encontrar un hombre varonil, parado en sus cabales y muy alfa, algo así como el presidente del partido político VOX. “Me encanta Abascal porque es un macho alfa, es mi prototipo de hombre varonil”. Aunque Javier tenía barba similar al del político, resultó que era bisexual.
Sin embargo eso no fue el inconveniente para que estos no tuvieran un primera impresión. Ninguno de los dos sintió la chispa, y ya en la mesa se dieron cuenta que no tenían muchas en común. Aunque si coincidieron en algo, su deseo por tener a un hombre como Abascal. “Me gustaría un tipo Santiago Abascal, macho ibérico. Típico español” dijo Javier.
La orientación sexual de Javier fue un problema para Marisol en la decisión final de First Dates
Sabemos que los bisexuales tienen gusto por ambos sexos, aunque algunas personas siempre demuestran una inclinación más fuerte hacía uno en concreto. En este caso, Javier estaba más interesado en encontrar un macho que una hembra. O al menos así lo percibió Marisol, que ante las cámaras de First Dates se despachó.
“Cuando digo que me gusta un hombre varonil es porque lo veo solo con mujeres, no con hombres. Me hubiera gustado más masculino, duro, me gusta un tío fuerte, chulo” dijo Marisol. Javier también dejó en claro que no quiere tener una segunda cita con ella. “Los dos somos espectaculares, pero yo estoy en un nivel en el que ya he experimentado lo que estás buscando. Tú aún tienes que saber lo que quieres. Estamos en diferentes tramos del camino” sentenció el madrileño.
En cambio Marco si logró conquistar a su cita
Desde el principio Ruth dejó claras sus intenciones, “vengo a First dates en busca de alguien que sea divertido, ambicioso, inteligente, elegante y educado… vamos, un unicornio”. La canaria no llegó sola al restaurante de Cuatro, pues lo hizo junto con su madre Ana, quien aseguró que lleva 30 años sola.
Mientras que Ruth esperaba a su cita en la barra del restaurante, conversó un poco con Miguel Antonio, el que sería la cita de Ana. Luego de que Carlos Sobera aclarara todo y cuando los veteranos comensales se marcharon a su mesa, llegó Marco, un italiano que dejó a su cita atónita luego de un abrazo. “Me ha descolocado dándome un abrazo de oso” dijo la publicista.
Por culpa de la nacionalidad de su cita, Ruth no se fía en First Dates
Dicen que los italianos tienen fama de ser galanes pero también muy mujeriegos, y eso Ruth lo tiene muy claro. “Es mono, pero es italiano y ellos cuando nacen ya llevan un manual para decirle piropos a las mujeres. No me creo nada. Los italianos, de cada dos palabras, 37 son mentira…” dijo con algo de sensatez Ruth.
En un momento de la velada, la pareja de comensales se levantaron de su mesa para bailar un poco más cercanos. Lo mismo hizo Ana y Miguel Antonio, a quienes también se le vieron muy cercanos en la velada. Todo indicaba que el par de citas iban a terminar con un final feliz.
Ruth y Ana salieron felices de First Dates
Tanto madre como hija se fueron satisfechas del dating show pues cumplieron con lo que tenían pactado, salir con pareja. Los primeros en declarar la cita como exitosa fueron Miguel Antonio y Ana, quienes coincidieron en la decisión final. El hombre sentenció que quería una segunda cita porque “es una mujer muy guapa y dulce”. Ella por su parte argumento que si pues “¿En tan poco tiempo no se puede conocer a las personas”.
Era el turno de Marco y Ruth para declarar la cita como toda una victoria mutua, ya que ambos reconocieron que se gustaron tanto físicamente como en las personalidades. El italiano dijo que quería una segunda cita per pidió una condición “Si es en mi territorio”. Ella aceptó el reto ya que el transalpino le causó mucha curiosidad.