La comensal fue muy sincera desde el primer momento con su cita del programa y le explicó que era fruto de los nervios
First Dates siempre nos ha traído comensales y protagonistas de lo más relevantes que, por un motivo u otro, han llamado nuestra atención. Y, en ocasiones, como la que vemos a continuación con María y Noé, también tienen su punto simpático y hasta divertido, como vimos con la cena en espacio de Carlos Sobera.
Un programa de citas del que, como es costumbre, nos situó con un personaje como el de María que destacó por encima del otro. Sobre todo a través de su introducción, y de su declaración, con la que advirtió a su cita, aquí Noe: “Perdóname pero cuando me pongo nerviosa me pica una teta”, le dijo.
María y Noé se mostraron con buena sintonía en First Dates
Y es que, que María se atreviera a hacer tal confesión íntima, a la que Noé reaccionó con una risa pero quitándole importancia, seguramente se debiera a cómo veía al otro aspirante al amor: “Me ha parecido de primeras que tenía cara de buena gente y que es un sol”. El chico, por su parte, también tuvo una buena impresión de la joven.
“De primeras es muy atractiva, bastante simpática y agradable. Muy educada, por cierto”. Así, ambos estaban buscando a alguien especial y parece que se causaron buena impresión, además de tener puntos en común y gustos parecidos, así como que los dos comensales proceden de Asturias.
Más concretamente, de Langreo, donde María estudia Realización de Espectáculos y Audiovisuales. “Hace un año estuve con un chico, pero me iba a Irlanda a trabajar y él me dijo que no podía estar sin sexo tanto tiempo”, contó. Con la sensación de que su cita era buen chico, no dudó en ser sincera con él: “Me veía como un objeto. Cada vez que me levantaba hasta que me acostaba me decía que estaba gorda. Y me acomplejé”.
La timidez jugó una mala pasada para Noé
Por su parte, Noé le contó, ante la cara de sorpresa de su cita, que “hace más de tres años que no tengo pareja, solo rollos. He estado probando el poliamor y la bisexualidad”. Por tanto, la cena parecía haber cogido buen color, pero fue la timidez de Noé la que hizo que María no lo viera con los ojos de pareja, como esperaba.
Al final, mientras que Noé sí quiso volver a quedar: “La cita ha sido un poco desastre por los nervios, pero sí tendría una segunda”. Mientras que María le rechazó, y explicó por qué: “Yo no la tendría, pero si nos conociéramos más y tuviéramos más confianza a lo mejor en un futuro sí que podríamos llegar a algo, pero de momento te tengo que decir que no”, concluyó la asturiana.